¿Quiénes son los Ricos? El caso Walmart

| Publicado el 24 marzo 2015

Agustín D. Muñoz Ríos

Bandera Roja

La crisis fiscal de Puerto Rico ha implicado la aprobación de una serie de impuestos: el IVU, la crudita, y el IVA, por mencionar los más conocidos. Estos impuestos tienen en común el ser regresivos; se cobran por igual a todos, por lo que para los pobres significan una carga mayor que para los ricos. Como alternativa, los socialistas y otros sectores hemos impulsado que la crisis la paguen los ricos. Esto implicaría un sistema progresivo, en que se le cobre más a los que más tienen. Pero cabe preguntarse, ¿quienes son estos ricos, aquellos que entendemos deben aportar más al fisco que los pobres y los trabajadores?

En Puerto Rico hay muchos con capacidad de pagar más. Sin embargo, el sistema está diseñado para que se les cobre menos a los que amasan fortunas significativas. De este modo, existen múltiples exenciones contributivas para los ricos en su planilla individual. Por otro lado, también operan en el país varias corporaciones multimillonarias que extraen unos $30,000 millones anuales en ganancias. A estas corporaciones también se les exime de múltiples tributos; de hecho, el sistema contributivo en Puerto Rico está diseñado para atraer a estas grandes empresas mediante el ofrecimiento de mejores condiciones impositivas.

Un buen ejemplo es la cadena de megatiendas Walmart, valorada en $466 billones. Se trata del principal empleador privado en Puerto Rico, con unos 14,000 trabajadores, y del mundo. En nuestro país además es dueña de Sam’s Club y los supermercados Amigo, unas 65 tiendas. Desde su establecimiento en 1992, la compañía ha crecido vertiginosamente. Las condiciones de trabajo y salariales en Walmart son notoriamente precarias; es común que los empleados a tiempo parcial, que son la mayoría, se vean obligados a solicitar la tarjeta del PAN y otras formas de asistencia gubernamental.

Walmart ha logrado este crecimiento acelerado en parte gracias a los subsidios del gobierno. Entre el 2004 y el 2013 solamente, recibió unos $12,191,418.49 de diferentes programas: $ 3,588,416.78 de la Ley WIA para adiestrar empleados nuevos; $3,220,914.60 del programa Pan y Trabajo, que paga una parte de los salarios; $ 1,905,500 del Green Energy Fund; $ 44,913.15 del ARRA; y $1,051,361.60 de otros fondos. Es decir, en los últimos 10 años, Walmart se ha quedado con el mercado en Puerto Rico gracias a que el gobierno financia gran parte de su operación.

¿Acaso Walmart necesita estos subsidios, cuando se trata de una empresa multimillonaria, que sólo en el año pasado aumentó sus ganancias en $13 billones? Definitivamente el sistema de incentivos a las corporaciones foráneas está errado. En vez de poner la carga principal de los impuestos sobre la clase obrera, son compañías como Walmart las que deben pagar más.