Saludo al Che Guevara

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| Publicado el 30 octubre 1997

Bolívar Quiles

«Y dejo a un pueblo que me admitió como su hijo: eso lacera una parte de mi espíritu. En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplió con el más sagrado de los deberes: luchar contra el imperialismo donde quiera que esté; está reconforta y cura con creces cualquier desgarradura.» Con estas palabras Ernesto Che Guevara se despide de su amigo y compañero de armas, Fidel Castro, antes de viajar a Bolivia para continuar la lucha contra la opresión de los pueblos subyugados por el imperialismo.

El Comandante Guevara luchó por un mundo libre de la explotación, por la liberación de las naciones oprimidas por el colonialismo y el neocolonialismo de los países imperialistas: por una sociedad libre, sin explotación ni clases sociales. A pesar de su caída en combate en manos del Ejército de Bolivia y de la CIA, su lucha aún no concluye. Su presencia se manifiesta en las luchas en contra de la dominación de los pueblos oprimidos por el capitalismo, en las luchas de la juventud, en las luchas campesinas de Brasil, México, en Centroamérica y en el movimiento obrero a nivel mundial. La figura del guerrillero heroico es un ejemplo de combate para todos los revolucionarios del mundo.

En la era de la globalización y el neoliberalismo, su proyecto, su concepción de la lucha por la erradicación del capital en el mundo tiene vigencia en movimientos revolucionarios en la América Latina, Asia y en el Medio Oriente. Desde los Zapatistas en México, la nación del Kurdistán, hasta el Tímor del este en Indonesia, se mantienen vivas las luchas de liberación de los pueblos oprimidos.

Más allá de mitificar la figura del Che, tenemos que estudiar su obra y su pensamiento. Retomar su ideal del mundo del futuro, el mundo del socialismo y del hombre nuevo en la nueva sociedad que se avecina es el marco de referencia para llevar a cabo la revolución mundial, tal y como la concibió el Che cuando estuvo con sus compañeros de la guerrilla en Bolivia. Es tarea de los revolucionarios no ver al Che como una efigie de una utopía hecha pedazos por los que le temían, sino como la esperanza para la liberación verdadera de la humanidad: la libertad de una sociedad justa y democrática en el socialismo.

En el 30 aniversario de su caída en combate en Bolivia, los revolucionarios del mundo le rendimos homenaje póstumo por su heroísmo y valentía en la gesta de la Sierra Maestra junto a Fidel y sus compañeros del Movimiento 26 de Julio. Con mucho sacrificio ayudó a forjar la Revolución Cubana, que se mantiene de pie ante el acoso del país más poderoso del mundo que le inflige un brutal bloqueo económico con el propósito de aplastarla. La obra revolucionaria del Che sirvió para lograr el éxito de la primera revolución socialista de América, y ha servido de ejemplo para otros procesos revolucionarios de nuestra América y del mundo entero. No hay duda de que el espíritu de lucha de Ernesto Che Guevara vive en las luchas por la liberación de la explotación en el planeta, y en las luchas de nuestra juventud.

Por está las juventudes progresistas del país, junto al Comité de Solidaridad con Cuba, celebraron una nutrida marcha el 8 de octubre para conmemorar los 30 años de la caída en combate del Che.

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