La Teologia de la Conquista: El Sionismo Evangelico y Palestina

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| Publicado el 21 septiembre 2025

Por Benjamin

Gran parte de las mayores atrocidades históricas cometidas por la humanidad en contra de la humanidad y de su medio ambiente , como la esclavitud o un genocidio, han sido legales. La legalidad, como bien sabemos, no es sinónimo de justicia. Este hecho nos recuerda de las palabras de Platón, el cual expresaba hace más de 2,000 años, que la justicia, muchas veces, es la voluntad del poderoso. Detrás de la mascara de hierro de leyes divinas y humanas, utilizada por las clases dominantes, se han cometido los crímenes más atroces. Detrás de púlpitos y parlamentos, los opresores han defendido sus acciones, con una biblia en la mano y un fusil en la otra. Hegel expresó una vez que la historia es un matadero. No obstante, analiza la historia humana y descubrirás que ha sido manipulada por el conquistador. Una crónica de todas las crueldades y crímenes cometidas en el nombre de dios llenaría mas volúmenes de los que pueda manejar y por necesidad los ejemplos utilizados son selectivos. El colonialismo de las Américas fue una misión divina, la esclavitud fue orden y el genocidio fue progreso. Las cruzadas, la conquista de Abya Yala, el apartheid en Sudáfrica, todos encontraron refugio bajo versículos sagrados y marcos legales. Gran parte de los mayores crímenes jamás cometido han sido justificados por los perpetradores. El poder impone su ideología, a través de sus instituciones para así legitimar su dominio. Los colonizadores no son seres razonables, por lo contrario, son seres racionalizadores. El ser humano, como demuestra la historia y afirma la filosofía, es capaz de justificar hasta los crímenes mas atroces. Nombra un emperador y encontraras que cada uno tenia una racionalización de su barbarie. Solo debemos recordar el horror que perduró el pueblo Japonés, el siglo pasado, tras las explosiones de las bombas atómicas, a finales de la segunda guerra mundial, y la racionalización del Presidente Truman, para justificar sus acciones. Es doloroso poder imaginar la devastación que causaron las dos bombas atómicas sobre el pueblo Japones. Neruda describe a Hiroshima como una ciudad que le dio lepra y Galeano escribe sobre los humanos hecho carbón y la tragedia de lo que quedó. Tres días después de dar la orden para detonar ambas armas atómicas sobre la nación debilitada de Japón, Truman se expreso por primera vez públicamente y dijo:

«—Agradecemos a Dios que haya puesto la bomba en nuestras manos, y no en manos de nuestros enemigos; y le rogamos que nos guíe en su uso de acuerdo con sus caminos y sus propósitos.”

Dicha justificación, esta siendo, “la voluntad de dios”, no es una justificación nueva para racionalizar algunos de los crímenes más horrendos en la historia humana. Dios parece ser fiel complice de los más viles opresores. Colón y los colonizadores de Borikén, utilizaron la biblia, y la cruz, para justificar su conquista; sin embargo, cuando estas formas de dominación no funcionaban, acudían al fuego y el hierro, para “evangelizar” a los Taínos y racionalizar el genocidio. De igual manera la doctrina del Destino Manifiesto, fue utilizada para justificar el proceso de expansión de los Estados Unidos hacia el oeste, proceso que llevo a la exterminación de varios pueblos indígenas. Dicha doctrina establecía que era el destino del “pueblo cristiano” en conquistar todo el continente del norte. Hoy otras masacre se cometen en Palestina usando como justificación la tinta bíblica. El Sionismo es otra expresión más de una teología de conquista; es la racionalización para la colonización de Palestina y la destrucción de su gente, armada de banderas, drones, bulldozers, que despojan a los Palestinos para cumplir “la promesa divina”. El Estado de Israel, encabezado por el criminal de guerra, Benjamin Netanyahu, ha mostrado ante los ojos del mundo lo horroroso que es un genocidio. Israel ha demostrado una crueldad sin rivalidad en nuestra historia contemporánea. Busca donde quieras, en cada esquina del planeta, entre dictaduras y monarquías nefastas, compara cada régimen, cada crimen y examina los hechos. Descubrirás que a esta precisa hora, ningún gobierno reina con mayor crueldad e hipocresía que el Estado de Israel mientras perpetua un genocidio en Palestina. Ya son más de 70,000 muertos en Palestina. Unos mueren de hambruna, otros son masacrados y otros han muerto varias veces, solo para seguir viviendo entre horrores y más muerte. Las acciones del Estado de Israel, como ente colonizador y genocida lo hace ante cualquier grado de razón indefendible, ante cualquier principio de justicia injustificable, ante cualquier sentido de humanidad intolerable. No obstante, el estado de Israel ha logrado crear una racionalización para conllevar sus crímenes y ha logrado infiltrar el evangelismo en varias partes del mundo, incluyendo Puerto Rico y los Estados Unidos, fomentando posiciones Sionistas entre las secuelas cristianas.El evangelismo Sionista establece una interpretación de la biblia para justificar las acciones del Estado de Israel. La biblia se convierte en un arma, de la misma manera que la usaron los dueños de esclavos en las Américas para justificar la esclavitud. Cuando los evangélicos sionistas leen la biblia, no ven un texto que refleja moralidad, sino palabras que pueden ser utilizadas para empapar de sangre la tierra Palestina. Para defender las continuas guerras y crímenes del Estado de Israel, el sionismo evangélico presenta a Israel como el “pueblo escogido de Dios” .Esta ideología fatalista y desde un punto de vista humano altamente grotesco, es la racionalización utilizada por el sionismo evangélico para justificar la conquista de Palestina. Según la lógica Sionista, Palestina y otras partes del medio oriente, le pertenecen al pueblo escogido de dios y esto le da licencia de masacrar y exterminar a todos los “salvajes” que han vivido por generaciones en estas tierras. Esta teología de conquista convierte a los Palestinos en escombros y escombros en fanatismo teológico. No obstante, resulta necesario preguntarle a los Sionistas Evangélicos si saben que el fundador del Sionismo, Theodor Herzl, era ateo. Otro cuestionamiento: ¿Dónde en la biblia dice que puedes robar y matar a tu prójimo si no te da su casa? ¿Que hubiera pensando Jesus de Nazareth de las acciones tan violentas y crueles conllevadas por el estado de Israel? Los evangélicos sionistas no adoran al Dios de los oprimidos, sino al de las guerras y la muerte. La teología de la conquista utilizada por el Estado Israel y sus aliados no es una religión, es una maquina de sacrificio humano en una escala moderna jamás vista, que convierte los cuerpos de Palestina en un holocausto que nadie nombra.

El Estado de Israel, contrario a lo que expresan los Sionistas y sus fanáticos, no fue creado para salvar al “pueblo judío” sino fue creado por el imperialismo occidental para satisfacer sus propio intereses imperialistas, estos siendo saquear y conquistar los pueblos del medio oriente. Después de todo, fue Gran Bretaña, con el apoyo y sello de la familia Rothschild, quien inició la creación del Estado de Israel en 1917 con la famosa Declaración de Belfort. Y por esas mismas razones imperialistas, los Estados Unidos ha sido el mayor complice de Israel en perpetrar un genocidio en Palestina. Los Estados Unidos, imperio en declive, ha enviado miles de millones de dólares en armamentos y ha servido como defensor fiel de los criminales de guerra de Israel frente al ámbito internacional y las Naciones Unidas. Resulta evidente que el Sionismo es otra, de las muchas racionalizaciones utilizadas por los conquistadores a través de la historia, para justificar lo injustificable. El Estado de Israel, como dijo Yasser Arafat, es hijo del imperialismo occidental, concretamente de Gran Bretaña y Estados Unidos. Los medios de comunicación corporativos estadounidenses y occidentales siguen justificando el genocidio Israelí contra los Palestinos. Las razones clave de la participación estadounidense en el actual genocidio palestino fueron mejor expresadas por el presidente Joe Biden, quien en 1986 declaró ante el Congreso: «Sin Israel, Estados Unidos inventaría un Israel para proteger sus intereses en la región». Cabe preguntarse cuáles son los intereses de Estados Unidos y el Estado de Israel en Palestina y la respuesta es simple: continuar el legado de más de 500 años del imperialismo occidental. Los imperialistas desean explotar y saquear a los pueblos del mundo para el enriquecimiento de la burguesía internacional. El pueblo palestino, parecido al pueblo taíno, se enfrenta hoy a la posibilidad de sufrir una limpieza étnica. Lamentablemente, hay un correlación entre el genocidio de los indigenas de las Américas y el actual genocidio de los Palestinos: ambos genocidios fueron justificados por la biblia y una teología de conquista. 

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