Una serie de averías en el sistema de suministro de agua potable de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados llaman la atención de los medios en los últimos meses. La gobernadora Jennifer González nombró al Ingeniero Carlos Pesquera como Zar del Agua. Estamos ante un nuevo intento de privatizar la AAA y repetir la historia de horror que se vive con la Autoridad de Energía Eléctrica y Luma.
Las situaciones de tubos rotos y averías son ordinarias pero pueden agravarse por malos manejos, falta de supervisión y mala administración. Las privatizaciones suelen ser antecedidas por crisis manufacturadas para justificar la venta del activo público o la transferencia a un ente privado. La AEE es el mejor ejemplo de una crisis manufacturada. Sufrimos una crisis con la energía eléctrica producto del huracán María, pero esta crisis fue causada por las políticas neoliberales. Las brigadas de mantenimiento fueron desmanteladas, los almacenes de equipos y suministros fueron reduciéndose sin reemplazo. Los administradores destruyeron la capacidad de la AEE de responder a un evento catastrófico. Se trataba de un plan para hacer fracasar a la AEE y justificar la privatización de lo que era una empresa pública de excelencia.
Hoy vivimos una antesala similar, las averías en la infraestructura se convierten en puntos de discusión de analistas, reporteros y comentaristas para comenzar la campaña hacia la privatización de la AAA.■