Despiden huelguistas telefónicos

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| Publicado el 30 agosto 1998

Isaías Rivera

Bandera Roja
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En la misma semana que volvieron a trabajar los huelguistas telefónicos se enfrentaron al inicio de una ola de despidos de parte de la gerencia. El viernes 31 de julio se confirmaron unos cinco despidos, y la misma presidenta de la Telefónica, Carmen Ana Culpeper, indicó que serían unos 20, pero podrían ser más. Culpeper insistió en que los líderes sindicales, Annie Cruz de la HIETEL y José? Juan Hernández de la UIET, consintieron las sanciones contenidas en los acuerdos que dieron fin a la huelga.

Los primeros cinco unionados despedidos son Manuel González, José? Dávila, Luis Díaz y Rafael Moreno del taller de Trujillo Alto, y Antonio Mojica del Sector El Cinco en Cupey. Estos cinco trabajadores son miembros de la UIET y tres son delegados. Unos días después, la UIET logró que Luis Díaz pudiera volver a trabajar y negociaba el retorno de los otros cuatro.

En la asamblea celebrada en Cayey el jueves 16 de julio, la Unión Independiente de Empleados Telefónicos (UIET) orden? a su liderato no volver a trabajar hasta que el Gobierno no les garantizara que no los sancionaría por la huelga. El mismo día, la asamblea de la Hermandad Independiente de Empleados Telefónicos (HIETEL) hizo lo mismo.

El martes 28 de julio en la segunda asamblea de la UIET se ratificó los acuerdos con el patrono de forma totalmente antidemocrática: esta asamblea apenas duró diez minutos y en la misma no se permitió la discusión. Tampoco se distribuyó copia de los acuerdos, ni se ley? su texto. La mal llamada asamblea consistió de una breve versión de Hernández de los acuerdos y su supuesta ratificación a la ligera por una matrícula confiada.

Al día siguiente, Culpeper llamó hipócritamente a reconciliar diferencias y a que ambas partes debieran observar respeto mutuo. Mientras tanto, sus supervisores preparaban las cartas de despido. La «paz laboral» que el patrono quiere imponer es una paz de los sepulcros, o sea la paz de aplastar a los trabajadores.

La directiva de la UIET se limitó a defender legalmente a los empleados despedidos. José? Juan Hernández afirmó que si los despidos eran por cargos que llegaron a los tribunales y son procesables en el ?ámbito criminal, no están incluidos en los acuerdos. Añadió que si los cargos no llegaron a los tribunales son una violación a los acuerdos. No obstante, indicó que la UIET defendería en ambos casos a los telefónicos.

José Juan Hernández no dio a la publicidad ni leyó en la asamblea de ratificación del 28 de julio el tercero de los acuerdos que él y Annie Cruz firmaron con la Telefónica (véase el texto de los acuerdos en este mismo número de Bandera Roja). Este es el documento que Culpeper utiliza para justificar los despidos. La firma de este acuerdo por parte de Hernández y Cruz es una entrega frente al patrono, y una violación a lo aprobado por la asamblea del 16 de julio.

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