*Nota editorial: Las posiciones discutidas en el siguiente artículo son la posición del Comité Central del MST y de la membresía, quienes estuvieron involucrados en esta huelga desde antes de iniciarse y estuvieron en la línea de piquete junto a los trabajadores. Una versión previa circuló en el internet y por consideración al MSS se editó.

Luego de una huelga que duró sólo tres días, los trabajadores de la embotelladora Coca Cola de Cayey decidieron comenzar un proceso para elegir un nuevo sindicato que los represente en la negociación de su convenio colectivo y en la defensa de sus derechos. Los trabajadores cifraron sus esperanzas en el Movimiento Solidario Sindical (MSS), organización que los apoyó durante la huelga mientras el liderato de su antiguo sindicato los abandonó ante el patrono.
El pasado lunes, 20 de octubre, los trabajadores se lanzaron a la huelga por el despido de su comité negociador. Luego de dos meses de negociaciones Coca Cola despidió a los 5 miembros del comité negociador, en un intento de amedrentar a los trabajadores y no reconocer su derecho a la negociación colectiva. Los cinco compañeros despedidos son Miguel Colón, Carlos Rivera, Francisco Marrero, Romián Serrano y Félix Rivera. Estos fueron escogidos al comité negociador directamente por los trabajadores.

Los trabajadores de Coca Cola están unionados bajo la Unión de Tronquistas, cuyo máximo dirigente es Germán Vázquez. Los trabajadores han denunciado los intentos de dicha unión de negociar a sus espaldas y el abandono al Comité Negociador despedido. Coca Cola de­mostró su afán en no reconocer la representación electa por los trabajadores y se mantuvo negociando un Convenio a espaldas de éstos con el líder de los tronquistas. Inclusive los trabajadores aseguran que mientras la empresa no reconoció sus representantes legítimos, Miguel A. Masa, abogado del patrono, se reunía con el liderato de la Unión de Tronquistas.

Como si esto fuera poco la Unión de Tronquistas abandonó a los trabajadores durante la huelga, retirándoles el apoyo por medio de una carta y pidiéndoles levantar la huelga incondicionalmente. Ante el abandono y la entrega, los trabajadores decidieron cambiar su sindicato y a ese efecto solicitaron que el MSS recogiera tarjetas para desplazar a la antigua unión y contaran con un instrumento para defenderse de los ataques del patrono.

Luego de abandonar a los trabajadores en lucha, la Unión de Tronquistas ha recurrido a la intimidación y la amenaza para intentar abortar las elecciones y retener la matrícula de Coca Cola. No sólo han intentado intimidar a compañeros trabajadores, también han recurrido a la amenaza contra el liderato del MSS. Estas amenazas provocaron que la Junta de Directores del MSS retirara la petición de elecciones ante la Junta Federal de Relaciones del Trabajo. Pensando en su seguridad, el liderato del MSS abandonó a los trabajadores de Coca Cola, sin tomar en cuenta la opinión de éstos y las repercusiones que esto pueda acarrear para la seguridad de los obreros.

El Movimiento Socialista de Traba­jadores hace un llamado al liderato del MSS a reflexionar y buscar junto a los trabajadores una opción. Al mismo tiempo reafirmamos nuestro apoyo incondicional a los trabajadores de Coca Cola y repudiamos los estilos mafiosos y la traición de los Tronquistas. Sin embargo, reiteramos nuestra solidaridad con los trabajadores y compañeros del MSS.