Ahora más que nunca Ni Boya, Ni Tanque, Ni tubo. ¡No al gas natural!

| Publicado el 21 junio 2012

Anuncian el fin del gasoducto, pero no del gas natural

Carlo Rivera Turner
Bandera Roja

Las empresas capitalistas de combustibles fósiles, con la complicidad del PPD y el PNP, quieren imponerle al pueblo el gas natural a como de lugar. Recientemente el gobernador Luis Fotuño anunció el “abandono” del proyecto del gasoducto, o la llamada “VIA VERDE”, y la cancelación del contrato de 2.6 millones a la compañía de consultoría ambiental para el proyecto. La decisión fue anunciada luego de recibir un informe del comité intersectorial para evaluar las alternativas al gasoducto, en donde se descarta el proyecto como la opción más económica para la gasificación. Sin embargo, ni el anuncio de Fortuño, ni las alternativas que propone el susodicho comité, descartan el gas natural como alternativa. En el MST hemos repetido hasta el cansancio que el gas natural no es la alternativa energética, no abarata la energía, no produce energía limpia, perpetúa la dependencia en los combustibles fósiles, entre otras cosas. El pueblo pobre y trabajador no necesita el gas natural, lo que necesita son alternativas energéticas con fuentes de energía renovable, que busquen superar la dependencia en los combustibles fósiles y el capital internacional, que no contaminen nuestro medio ambiente y recursos naturales, que no atenten contra la seguridad de nuestras comunidades y que tiendan a la socialización de la producción de energía.

El gasoducto proyecto de los ricos y sus partidos el PPD y PNP

Bajo la administración PPD de Aníbal Acevedo Vilá, el gobierno de los ricos intentó construir el gasoducto del sur, pero se enfrentó a la resistencia de las comunidades pobres y trabajadoras. En la lucha contra el gasoducto del sur resaltaron dos características importantes, primero las valientes mujeres con su militancia y voluntad para enfrentar a los aparatos represivos del Estado, y segundo la firme voluntad de las comunidades pobres para no ser desplazadas de los terrenos rescatados. En esa lucha el MST estuvo presente, más sin embargo algunos sectores de los que se oponen ahora a “LA VÍA VERDE”, les era muy distante el sur en lucha.

Cuando Luis Fortuño y el PNP ganan la gobernación, con un acto de demagogia que se asemejaba a un chiste de mal gusto, anuncian en conferencia de prensa “LA VÍA VERDE”, una nueva versión del gasoducto. Proyecto que cruzaría de sur a norte partiendo en dos la cordillera central, y cruzaría de Arecibo a San Juan por el norte impactando diversos ecosistemas, desplazando a las familias trabajadoras de sus comunidades, y creando un riesgo para la seguridad del pueblo. El gobierno de Fortuño construyó el Estado de Derecho a la medida para hacer legal lo ilegal. Se inventó un estado de emergencia en la infraestructura energética, inventaron procedimientos expeditos para los permisos en las agencias, entre otras cosas. De un día para otro se aprobó, con todo tipo de artimañas, uno de los proyectos con más impacto ambiental, social y económico para el país. Al igual que otros proyecto de energía como los incineradores para quemar basura y los molinos de viento en los terrenos más fértiles del país. Vecinos afectados tocaron la puerta del tribunal en un recurso extraordinario, pero la puerta del sistema judicial quedó cerrada, entre otras cosas por decisiones recientes emitidas por la nueva composición de jueces en el Tribunal Supremo. El aparato judicial cumplió su función dentro de la sociedad capitalista, la dictadura de los ricos y el capital quedó asegurada.

La gasificación del país es la alternativa energética del capital y los partidos de los ricos

Desde el anuncio de la “VÍA VERDE” las razones para oponerse sobraron. Inmediatamente diversas organizaciones comunitarias, movimientos sociales, organizaciones políticas y personalidades (incluyendo políticos de los partidos institucionales) se expresaron contra la “VÍA VERDE”. Lamentablemente la mayoría de la oposición se limitó al proyecto propuesto pero no al gas natural, ya que le hicieron eco al gobierno y justificaron el apoyo al gas natural como medida de transición, argumentando, entre otras cosas, que es más limpio que el petróleo.

Desde un principio en el MST dejamos más que clara nuestra posición contra el gas natural a través de comunicados de prensa, innumerables artículos en el periódico Bandera Roja, boletines, pancartas, pasquines, y todo tipo de propaganda. Nuestra propuesta se presentó como una alternativa socialista contra el gas natural y por la energía renovable. Para lograrlo, planteamos que no podía ser una salida politiquera a cumplirse en 4 años. Por eso establecimos la necesidad de destinar fondos a las universidades del Estado para continuar las investigaciones sobre la viabilidad de las alternativas de energía renovable, desarrollarlas e implementarlas. El propósito es dirigirnos a lograr la autosuficiencia energética, socializar la energía, contaminar nuestro medio ambiente y el planeta lo menos posible y no depender del mercado mundial de los combustibles.

Poco a poco el gobernador, nuevamente como politiquero, y viendo que el gasoducto cada vez era menos viable por múltiples razones, fue abandonando el proyecto “VIA VERDE”, hasta que en días recientes informó que alegadamente lo descartó, pero no así el gas natural. Fortuño comienza a mencionar como opciones al gasoducto las barcazas, los tanques, la gasificación de algunas centrales y la construcción del gasoducto de Arecibo a San Juan. Luego de que le gobernador hiciera su anuncio, distintos sectores comunitarios, ambientalistas, independentistas y hasta socialistas comenzaron a cantar victoria. Sin lugar a dudas, la eliminación del gasoducto representa un importante logro para las comunidades y el pueblo en lucha. La confluencia de varios factores influenciaron en la decisión del gobernador. En primer lugar la fuerte oposición al proyecto entre las comunidades y el pueblo en general. En segundo lugar, la existencia de otras alternativas para transportar el gas, y que pueden implantarse a corto plazo. Por último y no menos importante, la cercanía de la contienda electoral, que obliga al gobernador y al PNP a ponerle un alto momentáneo al proyecto, apelando a la oposición de las comunidades en una evidente movida de demagogia politiquera. Sin embargo, el verdadero objetivo del gobierno de los ricos se mantiene incólume, los planes para la gasificación de la producción de energía en Puerto Rico continúan firmes y sin pausa.

Lo advertimos desde el principio de esta lucha, la imposición del gas natural venga como venga es la verdadera agenda del gobierno de los ricos y las transnacionales como FENOSA, ECOELECTRICA, etc. El capital internacional se lleva muy bien con sus amigos en la milla de oro, y estos últimos con sus soldados en el capitolio y en Fortaleza, que le crean las condiciones necesarias para continuar con la dependencia y la explotación de nuestro país. Por lo que es necesario que comprendamos que el gas natural tiene en Puerto Rico un mercado listo para explotar, por eso los millones invertidos en venderlo como una fuente de energía más limpia y barata. “Todo es mentira, mentira la verdad” como dice una canción.

Si algo ha quedado más claro que el agua en los últimos tres años de lucha contra el gasoducto es que la lucha en las comunidades y la movilización callejera es el único camino seguro para vencer la ofensiva del gobierno de los ricos y la imposición del gas natural. No creamos en los cantos de sirena de los que llaman a recoger velas porque el gasoducto no va. Ahora más que nunca nos refirmamos en el repudio al gas natural como alternativa energética y gritamos la consigna: ¡NI TANQUE, NI BOYA, NI TUBO. NO AL GAS NATURAL!