Inicia un nuevo año escolar, maestras y estudiantes se preparan para regresar a las escuelas. Los reclamos históricos de justicia salarial, mejoras a la planta física, y un retiro para todxs se suman a una ofensiva de cierre de escuelas, declaratoria de excedentes y reducción de la oferta académica. Los sindicatos magisteriales continúan luchando por los reclamos históricos al tiempo que defienden la esencia de lo que es y debe ser una educación de excelencia, y pública.
Por un lado, las escuelas charter reciben de parte del gobierno todas las atenciones, privilegios y beneficios que por el otro lado niegan a las escuelas regulares. Mientras el Departamento de Educación abre y financia escuelas privadas, por el otro lado cierra y entrega planteles escolares. Las escuelas charter, al ser selectivas, garantizan una imagen de éxito. Se está creando un sistema educativo de castas: escuelas privatizadas y especializadas para los hijos de profesionales, escuelas regulares para la gente empobrecida.
Al mismo tiempo continúa la lucha de los maestros por justicia salarial y un retiro justo. La carrera magisterial, una ley que otorgaba a los maestros aumentos salariales por estudios, se ha convertido en letra muerta. Mientras tanto la posibilidad de un verdadero retiro genera angustia ante los nuevos ataques republicanos al seguro social.
El magisterio organizado tiene ante si una agenda de lucha y resistencia cargada y sabemos que estos tienen la capacidad de organizarse para vencer.