La instrucción en línea: La nueva privatización de la educación pública

| Publicado el 27 marzo 2020

Yolanda Rivera
Bandera Roja

Entramos a la tragedia del coronavirus con la llamada «educación a distancia». Tanto el Secretario de Educación como el Presidente de la Universidad de Puerto Rico les han exigido a los docentes que enseñen sus cursos «en línea». Esto aplica a los cursos de materias básicas y a los de materias aplicadas.

En el caso del Departamento de Educación, les piden a los maestros que envíen materiales de aprendizaje «pasivo» (que incluye lectura, entre otras cosas) a través de los correos electrónicos de lo padres; y a los padres que se ocupen de dar el material o las tareas. Esta decisión se hizo sin tomar en cuenta si los estudiantes tienen acceso al internet ni si los padres trabajan o están preparados para hacer estas tareas. Más aún, hay 13,000 estudiantes en el área sur sin clases y muchos sin casa. En medio de la pobreza, las consecuencias de los terremotos y la tragedia, el Departamento quiere que todo funcione como si nada estuviera pasando.

Quieren también que los maestros den cursos que requieren una práctica presencial, como teatro, arte y educación física. Les piden crear módulos para los estudiantes. Este trabajo de los maestros se lo apropia el Departamento. No sabemos cómo lo usará, pero seguramente, conociendo la historia reciente de esta agencia, traerán privatizadores a usar los módulos o proveer el servicio de internet necesario para estos.

Ya el representante Rafael Jun Rivera hizo un primer intento de legalizar la privatización de la educación con un nuevo proyecto aprobado en la Cámara de Representantes (Proyecto 2448) para poner en la modalidad en línea la «educación» de los estudiantes del sistema público, una estrategia del gobierno penepé para acabar con la escuela y la universidad pública. Aunque el legislador prometió retirar el proyecto por la clara oposición de la Federación de Maestros y la tardía oposición de la Asociación, la intención era quitarles a los maestros de las manos la enseñanza y ponerla en manos privadas. Contratistas y amigos del alma están tratando de sacarle dinero al sufrimiento de la gente. La misma Cámara de Representantes que ha ignorado la crisis en las escuelas del sur después del terremoto, actuó en menos de dos semanas para el proyecto de educación en línea. ¡Qué descarados!

En la Universidad de Puerto Rico, el Presidente Haddock y la administración universitaria les impusieron a los profesores la «educación a distancia» y el certificarse para esto. Algunos administradores han amenazado a los profesores de contrato, que ganan un sueldo de pobreza (un promedio de $16,000 dólares al año), con no renovar sus contratos si no toman la certificación. Las medidas de represión contra quienes no hagan la certificación incluyen hacer públicos los nombres de quienes se certifican con mensajes de la Procuraduría Estudiantil.

Pero esto no es nada nuevo. Solo ha surgido la oportunidad para que el gobierno penepé de Wanda Vázquez haga lo que Ricky Rosselló quería hacer en mayo del 2019, antes del escándalo del «chat» y las protestas del verano. El odiado ex-gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, trajo una propuesta de “educación gratuita” y la creación de un comité “multisectorial” para evaluar cómo poner la educación en línea en el 2019. Parecería algo bueno y noble para aquellos que no tienen acceso a la educación universitaria. Pero su propuesta era una sarta de mentiras.

Primero, sus intenciones no eran ni nobles ni buenas. Su padre, Pedro Rosselló, había publicado una semana antes en Caribbean Business (4 de abril de 2019), el periódico de las empresas privadas, la propuesta de Ricky.  Pedro Rosselló, según el mismo periódico, trabajaba para la Ana G. Méndez. O sea, que ya podemos ver que el ex-gobernador y su familia, como fue el caso de su hermano en el Departamento de Educación, tenían intereses económicos en estas “nobles” propuestas. Esta propuesta, como la que hace ahora el gobierno de Wanda Vázquez, busca la privatización de la educación pública.

Ante la crisis creada por la medidas neoliberales del gobierno y la Junta de Supervisión Fiscal, tanto el Departamento de Educación como la Universidad de Puerto Rico buscan «bajar» los costos de la educación pública. La Junta y el gobierno le han recortado $400 millones de dólares a la Universidad y el presupuesto aprobado por La Junta le ha recortado $38 millones a Educación Especial. El Departamento de Educación ha cerrado más de 400 escuelas bajo esta administración.

La mal llamada «educación» en línea también baja los costos, como argumentan sus defensores, porque pueden pagar menos maestros para más estudiantes. Esto es lo que llaman algunos estudiosos «la mecanización» de la educación (Sancar y Sancar 2012). Este modelo de producción de la educación en masa con pocos maestros es la culminación de un modelo neoliberal que ve a los estudiantes como futuros trabajadores diestros que deben tener el mínimo de educación para que empiecen a trabajar rápidamente. Esto no es educación, esto es «instrucción en línea». La experiencia de socializar y aprender con maestros y otros estudiantes se sustituye por un maestro ausente que atiende si el internet funciona. Más aún, ponen en los padres que trabajan la responsabilidad social de la educación.

Este modelo también explota el trabajo de los maestros y profesores, obligándolos a producir materiales y clases que cientos de estudiantes ausentes consumirán. No podrán decidir a quiénes se les darán en el futuro los materiales ni la clase porque la escuela y las universidades se convierten en dueños de los materiales cuando se entregan a la escuela o a la universidad. La educación para el Departamento de Educación y la Universidad en este modelo es un gran negocio, donde los estudiantes son los «clientes» y los maestros y profesores son los proveedores de un servicio.

Más aún, aunque bajen los costos en la contratación de maestros, estos subirán en la infraestructura tecnológica que se necesita. Pero, claro, para esto están los contratos con compañías de internet y las sin fines de lucro. La educación no va a ser gratuita. La matrícula de los cursos en línea en las escuelas y las universidades la vamos a pagar todos. Por ejemplo, la educación en línea en el National University College es la más cara de todo Puerto Rico.

La tecnología puede ser un gran instrumento en la educación, pero no nos engañemos. Estas iniciativas no tienen nada que ver con mejorar los instrumentos educativos ni con darles a los estudiantes oportunidades de aprender cuando no pueden ir a la escuela. Estas políticas del gobierno son para darles contratos a los amigos del alma, para despedir maestros y contratar menos educadores, son para aprovecharse de los huracanes, los terremotos y las pandemias y hacer más ricos a los ricos o enriquecer a los amigos del alma en medio del desastre.

¿Queremos una educación verdaderamente al día y con los mejores recursos? Podemos hacerlo. Saquemos a todos los contratistas de la escuela pública y de la administración central de la Universidad. Pongamos el dinero en hacer gratuita la universidad para los estudiantes pobres. Mejoremos las condiciones de trabajo para los maestros, incluyendo darles un estipendio para materiales. Subámosles el sueldo al doble de lo que ganan ahora. Démosles plazas a los maestros transitorios y a los profesores con contratos de servicio. Pongamos el dinero en los salones de clases en las escuelas públicas, no en los contratistas corruptos, las escuelas chárter o los vales educativos. Reconstruyamos las escuelas destruidas por el huracán y los terremotos. Restituyamos los fondos a la Universidad de Puerto Rico. Hagamos de nuestras escuelas públicas y de la Universidad nuestros norte.

¡Fuera los privatizadores! No permitamos que, en medio de la crisis, nos

privaticen aún más la educación pública.

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