Luis Fortuño representante de los ricos

| Publicado el 16 noviembre 2008

Hastiado el pueblo del abuso eligen otro gobernador neoliberal

 

Dom, 2008-11-16 20:00
Carlos Fortuño Candelas
Bandera Roja

El pueblo se hastió del gobierno antiobrero y abusador de Aníbal Acevedo Vila y lo lanzó al zafacón de la historia. La crisis económica, junto a las medidas impositivas y de aumentos de tarifas en los servicios básicos y su defensa de los grandes intereses pusieron los clavos necesarios en su ataúd. Sin embargo, al escoger a Luis Fortuño como el nuevo gobernador, el pueblo resultó derrotado. Los ricos y las empresas capitalistas tendrán en la administración entrante a un representante fiel que lanzará la carga pesada de levantar el país sobre los hombros de la clase trabajadora.

Varios factores contribuyeron a la decisión de que los electores barrieran a AAV y el PPD:
La gente decidió castigar a esta administración que contribuyó a sumir al pueblo en una situación desesperante. Ante la agobiante situación económica, este gobierno decidió reventar a los trabajadores para que pagaran los platos rotos. Subió las tarifas de agua, la luz, los peajes, las matrículas de la UPR y otros servicios del gobierno. Implantó el IVU con el que nos enfrentamos cada vez que adquirimos algún bien o servicio y aprobó la Ley de incentivos Contributivos a los grandes intereses que redujo la carga a las empresas capitalistas. Los electores se jartaron y patearon el trasero de AAV y su sequito de defensores.

El capital reorientó sus miras y le dio la espalda a AAV y el PPD. Los Ferré Rangel y otros, que en las elecciones del 2004 lo respaldaron contra Rosselló, apostaron en estas a Luis Fortuño. Resulta gracioso que «analistas» políticos populares y melones aúllen ahora por que los grandes ricos cargaran al candidato PNP mientras hace cuatro años esos mismos le pagaban la campaña, los trajes y hasta los calzoncillos al PPD. El PNP y el PPD son dos partidos que responden al gran capital.

Ciertamente las iglesias fundamentalistas echaron a Dios a un lado momentáneamente para respaldar a Luis Fortuño. Los altares de sus iglesias se vistieron de azul y los mercaderes hicieron de los templos sus tarimas políticas. Luis Fortuño y el PNP logró venderle a la gente la ilusión de una recuperación económica y la vuelta a las grandes obras.

Los cargos de corrupción que la fiscalía federal le metió en las costillas a AAV tuvieron un peso importante no solo en la decisión de los que votaron, sino en el ánimo de los que se quedaron en sus casas. No es necesario examinar demasiado para determinar que decenas de miles de populares abochornados por las ejecutorias del gobernador se abstuvieron. El PPD y sus megáfonos en los programas de «análisis» en la radio y televisión fallaron en venderle al pueblo la inocencia de AAV.

El respaldo de los «hostosianos» y demás melones no tuvo efecto alguno en el resultado de la elección. Votaron por un gobernador antiobrero y colonialista (a pesar de que los despreció cuando le suplicaron reunirse) y perdieron. Sus candidatos fueron derrotados. Incluso el respaldo «hostosiano» a algunos candidatos parece haber tenido el efecto de perjudicarlos. Ferdinand en San Juan cogió la pela que se le perdió a Magollo. Parapetados en su Olimpo piden evaluaciones y reflexiones a todos pero no entran a explicar las razones de sus fracasos.
La elección de Luis Fortuño constituye una derrota para los trabajadores y el pueblo. El nuevo gobernador viene a implantar una política neoliberal que ve al gobierno como un instrumento de las grandes empresas capitalistas. Predica mayores beneficios contributivos y de toda índole a los grandes intereses y defiende la privatización de las agencias del gobierno. Desarrollará una nueva intentona anexionista que envolverá al pueblo en nuevas contiendas por el estatus. Se aproximan grandes confrontaciones y el pueblo debe estar preparado para la resistencia.