Ante el paso del Huracán Georges

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| Publicado el 30 noviembre 1998

Frente Socialista

El Huracán Georges ha puesto de manifiesto de manera cruda las grandes injusticias y profundas desigualdades que se viven en nuestro pueblo. Decenas de miles de viviendas de las personas más humildes han sido devastadas ante el paso del huracán, y otras tantas han sufrido graves daños. Miles de familias han perdido todas sus pertenencias, se han quedado sin servicios de salud ante un sistema de referidos que quedó inoperante, miles han perdido sus empleos, y para decenas de miles de personas se ha acentuado el problema de la escasez del agua. El Huracán ha hecho evidente las necesidades no satisfechas de nuestro pueblo: necesidad de agua, de vivienda segura, de cuidado para niños y ancianos y de empleo seguro y bien remunerado.

Como producto de la Política de privatización, departamentos como los de Salud, Familia, y Vivienda, y agencias como DACO, han perdido la capacidad y los recursos para responder de manera integral y atender las necesidades urgentes que genera este tipo de emergencia.

La crisis en que dejó el Huracán a la isla mostró claramente la necesidad de que sea el estado y no la empresa privada quien ofrezca los servicios esenciales al pueblo. ¿Qué empresa privada podrá enfrentar las perdidas multimillonarias que dejó el paso del Huracán a una agencia pública como la Autoridad de Energía Eléctrica? ¿Qué sería de los servicios esenciales como agua, electricidad y teléfono para familias que viven en lugares apartados y poco poblados y para las cuales no sería rentable (no produciría ganancia) para la empresa reparar estos servicios?

Sin embargo, la compañía Telefónica, en manos del estado, demostró una vez más la eficiencia de sus servicios cuando, aún ante el paso del huracán, mantuvo el servicio para la mayoría de la población. Por otro lado, los trabajadores de energía eléctrica merecen todo nuestro apoyo. Demostraron, una vez más, el serio compromiso que tienen con el pueblo. Trabajando en jornadas de 12 horas diarias durante varias semanas, ya le han restaurado el servicio eléctrico a un gran porciento de la población. En momentos en que la empresa privada tiene bajo ataque el pago de horas extra y lo evitan a toda costa, la AEE ha tenido que gastar cientos de miles de dólares para restaurar el servicio eléctrico a la mayor brevedad. ¿Habría estado una empresa privada dispuesta a este gasto extraordinario? Además, ¿cuál sería la situación del país con una agencia privada con un número de empleados mucho menor al actual? No hay duda qué el proceso de reconstrucción del país se ha debido y se deberá al trabajo efectivo de los empleados públicos.

Muchos de los efectos del Huracán no se deben a la naturaleza, sino al tipo de sociedad que este encontró a su paso. El Huracán está lejos de afectar a ricos y pobres por igual. La reconstrucción dirigida por la lógica del mercado, por la lógica de la desigualdad, por un gobierno corrupto, privatizador e insensible que no responde a las necesidades del pueblo trabajador, tampoco va a tratar a ricos y pobres por igual. La verdadera reconstrucción de Puerto Rico la hará el pueblo con su acción solidaria, combatiendo no solo los efectos del Huracán Georges, sino también los efectos del Huracán neoliberal, del Huracán privatizador, del Huracán del capitalismo salvaje que genera desigualdad y lucha de todos contra todos diariamente. Para ello se requiere un pueblo organizado. Luchemos para vencer.

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