Nuestra posición sobre los consejos de estudiantes

| Publicado el 15 noviembre 1989

Documento Histórico

Boletín Bandera Roja

Unión de Juventudes Socialistas de Río Piedras UJS-MST

Nota del editor: Boletín de la UJS-MST para 1989 aclarando la posición de la organización en torno a los Consejos de Estudiantes.

Nuestra posición sobre los consejos
Continuamente estamos envueltos en formas de organización social (familia, universidad, partidos políticos, etcétera) que afectan nuestro diario vivir. En muchas ocasiones desconocemos cómo funcionan o como se determinó el funcionamiento de dichas organizaciones. Un buen ejemplo de ésto es el Consejo General de Estudiantes (CGE).
La creación de los consejos de ubica en un contexto particular de la lucha estudiantil en Puerto Rico. El Consejo General de Estudiantes fue la realización del conjunto del movimiento estudiantil que en el pasado dio las luchas necesarias para lograr algún tipo de representación estudiantil. Ante la inexistencia de una estructuras mínimas que canalizaran la voz estudiantil, la formación de los COnsejos a raiz de la combatividad de los estudiantes fue, sin lugar a dudas, un adelanto.
Desde su formación estos organismos han demostrado sus limitaciones, La misma estructura de funcionamiento reglamentario del Consejo implica la burocratización del mismo y de sus miembros. Esta estructuración le ha hecho difícil poder relacionarse directamente con la base estudiantil Dicha estructura sólo se ha prestado para el cntrol burocrático de los reclamos estudiantiles. Actualmente los COnsejos son utilizados principalmente como instrumentos para legitimizar la falsa democracia existente en la UPR y para guiar la lucha estudiantil por canales pre-definidos por los jerarcas del Consejo de Educación Superior.
Otro problema que aqueja al Consejo General de Estudiantes es la limitación de su legalidad. Aunque el CGE es elegido con un mínimo de un 33% de respaldo del estudiantado sus decisiones están subordinadas a la autoridad del Rector, quien tiene también el poder de inacitvar al CGE.
Es importante señalar que en cuanto a la organización de los estudiantes, se contrastan dos visiones que a su vez reflejan dos conceptos distintos de democracia. Por un lado están los que creen que controlando los puestos en los COnsejos y Asociaciones estudiantiles (donde sálo sus miembros tienen voto) pueden «dirigir una lucha efectiva». Por otro lado estamos los que creemoq eu para lograr la fuerza necesaria es fundamental la organización directa y amplia d elos estudiantes en grupos de trabajo. En estos grupos o colectivos de trabajo la toma de decisiones estaría caracterizada por la participación y el trabajo y no por los puestos que tengan. Para nosotros es más importante la democratización del poder y no la concentración de este en pocas manos: tengan buenas o malas intenciones quienes lo aspiren. Con esto no queremos negar la posibilidad de delegar algunos poderes a representantes del estudiantado. Pero esa delegación debe ser sobre la base de una comunidad estudiantil organizada. De forma tal que el estudiantado organizado pueda fiscalizar o promover o destituir a sus representantes cuando sea necesario.
Ante estos hechos hay sectores que hemos impulsado organizaciones estudiantiles más ampias que superen las limitaciones de los Consejos. Ejemplos de éstas han sido el Comité Pro Reforma Universitaria, organizando la huelga estudiantil de 1973; el Comité Contra el Alza Uniforme en las Matrículas y Pro Nueva Ley Universitaria. Este comité dirigió la huelga estudiantil de 1981.
En lo concreto la Unión de Juventudes Socialistas (UJS) impulsa la participación y organización del estudiantado en estructuras organizativas democráticas en función del adelanto de los objetivos del movimiento estuidantil.
Las formas organizativas que agrupen al movimiento estudiantil deben abrirse para dejar espacio a las diferentes fuerzas estudiantiles. Apoyar formas cerradas y exclusivistas como el Consejo tradicional solo permitirá qye grupos o claques controlen burocráticamente las estructuras de masas de las luchas estudiantiles. Lo último ha sido, es y será un obstáculo que enfrentan las luchas de masas por la satisfacción de sus demandas inmediatas y por la transformación de nuestra sociedad.
Es necesario que fortalezcamos la organización estudiantil y aumentemos la capacidad de trabajo de la misma. Pero para eso es preciso contar con una perspectva de lucha clara. Esta claridad de prespectiva puede transformar la dispersión en unidad en la acción siempre que se reconozcan las diferencias y los aportes que, unos y otros, hagamos a la lucha.
La alternativa frente a la administración universitaria no es la colaboración. Tiene que ser la denuncia, y la lucha en torno a alternativas que respondan a la comunidad universitaria (estudiantes, profesores, y trabajadores). La historia nos ha demostrado que para avanzar en nuestras demandas se requiere desarrollar la propia fuerza estudiantil.

Tengamos muy presente
Que no es con una gota
que se hace el aguacero
que para llover fuerte
se necesitan
todas las lluvias
todas las furias

¡Viva la lucha estudiantil!