Mujeres protestando por el cambio climático

Perspectiva de género ante el cambio climático

Mujeres protagonistas de la lucha ambiental

| Publicado el 17 febrero 2024

La crisis climática no conoce fronteras ni género, pero su impacto desigual y devastador pone de relieve la importancia de un enfoque feminista, socialista y ecológico en la lucha por la justicia climática en Puerto Rico. En una isla caribeña donde la vulnerabilidad al cambio climático es innegable, las mujeres puertorriqueñas somos líderes destacadas en esta batalla. Nuestro archipiélago se enfrenta a una creciente amenaza climática. El calentamiento global ha dado lugar a huracanes más intensos y frecuentes, como Irma y María en 2017, que han dejado una estela de destrucción. El aumento del nivel del mar amenaza nuestras costas y la inseguridad alimentaria agravan aún más nuestra vulnerabilidad.

Desde el lente feminista, las mujeres reconocemos cómo las desigualdades de género se magnifican en situaciones de crisis y nos coloca en la primera línea de la exposición a riesgos climáticos. Además, comprendemos que las decisiones políticas y económicas que perpetúan la explotación de los recursos naturales afectan de manera desproporcionada a las comunidades más vulnerables, muchas de las cuales están lideradas por mujeres.

Sin duda, el capitalismo ha sido un motor clave del cambio climático. La búsqueda desenfrenada de ganancias ha llevado a la explotación insostenible de recursos naturales. La privatización de recursos básicos, como la energía eléctrica, ha exacerbado aún más la crisis ambiental y descarrilado las posibilidades de un futuro con energía renovable. LUMA y Genera no tienen como prioridad, por ejemplo, cerrar la carbonera. La energía renovable es un símbolo más del individualismo generalizado.

La protección de las costas y la restauración de los ecosistemas costeros son fundamentales en la lucha contra el cambio climático en Puerto Rico. Aquí, muchas mujeres trabajan incansablemente para detener la sobreexplotación y la construcción no regulada en nuestras costas abogando por regulaciones que promuevan el uso sostenible de la tierra y protejan a las comunidades costeras de manera equitativa. Asimismo, la seguridad alimentaria es una preocupación apremiante en Puerto Rico, donde la agricultura y la producción de alimentos se ven afectadas por el cambio climático y la dependencia de las importaciones. Las mujeres de Puerto Rico lideran la revitalización de la agricultura local, promoviendo prácticas agroecológicas, fortaleciendo la seguridad alimentaria y dando protagonismo a la comunidades que promueven el cambio y una relación más saludable con la tierra.

Las mujeres de Puerto Rico han estado luchando contra los desplazamientos forzados, defendiendo su derecho a permanecer en sus hogares y tierras ancestrales. Comprenden que el desplazamiento no solo causa sufrimiento humano, sino que también es una manifestación de la injusticia climática y socioeconómica.

Para abordar estas desafiantes problemáticas, es fundamental abrazar soluciones integrales y alternativas. Esto incluye un rechazo contundente a la privatización, acompañado de la promoción de fuentes de energía renovable públicas, la inversión en infraestructura resistente al clima, la implementación de prácticas agrícolas sostenibles, acceso a la tierra y la promulgación de políticas que garanticen la igualdad de género y la justicia social. También implica desafiar el capitalismo voraz que impulsa la explotación y la privatización de los recursos naturales. Debemos seguir construyendo un Puerto Rico más fuerte y resistente frente al cambio climático, a la vez que desafiamos el sistema económico que lo impulsa.

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