Revive la lucha contra el gasoducto

| Publicado el 19 agosto 2010

No ha muerto el proyecto del gas

 

Miguel Báez Soto
Movimiento Socialista de Trabajadores

“Carbón limpio”, “Puerto Rico Verde”, “Vía verde”; bajo estas frases la AEE impulsa una agresiva campaña en todos los medios para hacernos creer que está a la vanguardia en el uso de energía renovable. Tras esta batida propagandística resucita el proyecto del gasoducto cuya primera fase en el Sur fue derrotada por el repudio amplio de las comunidades y el pueblo.

Para aplacar la desesperación de la Asociación de Contratistas Generales se anuncia la construcción del Gasoducto del Norte bajo el ostentoso nombre de Vía Verde. Este partiría de Costa Azul, Guayanilla, con la intención de suplir gas natural a la Central Generatriz de Cambalache en Arecibo, continuando hasta las Centrales de la AEE de Puerto Nuevo y Palo Seco en San Juan.

A la propaganda de la AEE, la ha seguido un coro de apoyo, desde el gobernador, empresarios y políticos, santificando el proyecto. Aunque la AEE señaló que la etapa de planificación y diseño comenzaría en diciembre de 2011, la rapidez con que conducen los trabajos del mismo delatan que ya dio comienzo la danza de los millones con este proyecto.

La AEE contrató a la empresa New Star Adquisitions Corp. especializada en manejo de procesos de adquisición de terrenos. Personal de esta compañía ha estado visitando el terreno, desde el sector Ojo del Agua del barrio Tallaboa Alta en Peñuelas, hasta zonas de Utuado como Puente Blando, Chorreras, PR-10 Centro y Río Abajo. La compañía ha estado estudiando la ruta y la titularidad de las propiedades en ésta. Ha estado indagando sobre la disposición de los propietarios a facilitar los accesos a la AEE y otras compañías contratadas para estudios especializados. La ruta ya ha sido cambiada sobre la marcha en varias ocasiones. También se ha señalado que el tubo podría estar soterrado en distintos tramos y en otros podría discurrir sobre la superficie.

Si lograran los permisos, en la próxima fase entonces, entran en juego especialistas de todas las ramas desde ingenieros, abogados, ecologistas al servicio del capital para justificar el tubo en beneficio de los Bonistas y los barones del gas natural. La voracidad de estas sanguijuelas pretende derribar las barreras reglamentarias, legales y constitucionales de protección a nuestros recursos ambientales. Expertos ambientales a su servicio dirán del carbón que es “limpio” y del gas natural que “es menos malo”. Así justificarán la agresión contra nuestro suelo agrícola y especies protegidas. Avalarán el impacto a sistemas de cavernas, ríos, humedales y estuarios. Abatirán la protección al Karso y los acuíferos de norte y sur. Dirán que el gas no es dañino, que es inofensivo y es seguro. Sin importar el riesgo al bienestar y a la seguridad de nuestro pueblo, “señores de ciencia”, “expertos” y politiqueros de toda calaña lo repetirán hasta el cansancio.

No en balde el Gobernador ha enmendado la Ley de Permisos para liberalizar los procesos de construcción. Aprobó la Ley de Política Pública Energética para reducir la conversión hacia energía renovable en los sistemas de la AEE, de un 40% bajo la pasada Ley a un 15% bajo esta nueva. Además, las enmiendas a la Ley del Karso para permitir la construcción del Gasoducto. También ha invocado la Ley de Emergencia Energética para pasar sobre las regulaciones, y sin estudios permitir la construcción “fast track”.

Todo esto explica el canto de guerra del Presidente de la Junta de gobierno de la AEE al remachar a la prensa que este proyecto “vamos a pelearlo hasta el fin”. Pero ni las presiones de los barones del gas, de los Bonistas, ni el endoso de politiqueros pueden ocultar, aun tras el manto de Vía Verde, la peligrosidad del tubo de gas natural. Tampoco la codicia de corporaciones y contratistas, especialistas y técnicos, todos en la nómina de los millones pueden reducir la capacidad explosiva del gas. No pueden ocultar los miles de millones de dólares en pérdidas y las miles de vidas cobradas por las explosiones en muchas partes del mundo.

No pueden ocultar el riesgo a las propiedades, a las actividades de todo tipo y a la vida de las personas en las cercanías del gasoducto. Por eso los expertos en seguridad de compañías de gas natural recomiendan como prevención en caso de escapes u explosiones, la evacuación en un radio de 800metros a la redonda. Esta nueva amenaza exige la organización de las comunidades para la lucha. Ya se reactivó el Comité Amplio Contra el Gasoducto del Sur y se ha constituido en Utuado un Comité Contra el Gasoducto. Ya comenzaron actividades de orientación y organización de las comunidades afectadas, para hacer frente a la política desarrollista del gobierno de los ricos.