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BREL| Publicado el 9 febrero 2014
Foto por:Indymedia Puerto Rico
Durante el mes de noviembre 2013, el Caucus de las Mujeres del MST desarrolló una jornada de trabajo contra la violencia machista institucionalizada como parte de la Conmemoración del Día de NO más Violencia contra las Mujeres, el 25 de noviembre.
Denunciamos la violencia institucional como machista en el momento en que agencias de gobierno, empresas, patronos o instituciones aplastan el bienestar y la calidad de vida de las mujeres sin evaluar en lo más mínimo las consecuencias que sus decisiones tendrán sobre estas. El gobierno de Puerto Rico no se exime de la violencia institucional, uno de los mejores ejemplos es el desmantelamiento del Sistema de Retiro de Maestras y Maestros (SRM), donde el gobierno de turno le regaló en plena Navidad a miles de mujeres, madres y jefas de familia, una vejez con pobres condiciones de calidad de vida.
La mayoría de la clase trabajadora está compuesta por mujeres, muchas de ellas siendo el único sustento de su hogar. En el caso del magisterio, sabemos que 7 de 10 de las personas afectadas por la nueva Ley 160 y los cambios al SRM serán maestras. Trastocar el mismo es continuar menospreciando la labor del magisterio, lo que tiene una relación directa con la degradación de las profesiones que históricamente llevan cara de mujer. Siendo este un ataque directo a la mujer trabajadora de Puerto Rico.
La violencia institucional ocasiona estragos y profundiza las condiciones de pobreza en la que viven la mayoría de las familias trabajadoras. El ataque y atropello al SRM orquestado por el gobierno de Alejandro García Padilla y los bonistas que controlan el mismo le asegura a miles de mujeres y sus familias un deterioro en la calidad de vida para el momento en que logren retirarse, o una realidad incluso mas cruda, el no poder retirarse nunca, debido a que no tendrán suficiente para sobrevivir.
Como parte de la campaña, el Caucus de las Mujeres expuso una seria de propuestas que pueden contribuir a la erradicación de la violencia de género, sobre todo la violencia institucional. Las mismas son: que el Departamento de Educación nombre a las miles de plazas de maestras(os) que continúan vacantes; que la Procuradora de las Mujeres sea elegida fuera de líneas partidistas y bajo la recomendación directa de organizaciones feministas y comunitarias; incluir dentro del currículo escolar una educación con perspectiva de género; y fortalecer la organización sindical y/o política de las mujeres mediante la participación activa en el reclamo de los asuntos que nos aquejan.