¿Burócrata sindical de la SEIU aliado de Rosselló?

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| Publicado el 30 septiembre 1998

Daniel Ramírez

Bandera Roja
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El martes 28 de julio, Andrew Stern, presidente de la Service Employees Internationl Union (SEIU), se reunió con el gobernador Pedro Rosselló y le dio un «apoyo total» al «esfuerzo histórico» de la llamada reforma de salud. La SEIU es la unión norteamericana a la cual está afiliada la Unión Nacional de Trabajadores de la Salud (UNTS), dirigida por José(Lole) Rodríguez Báez.

Luego de estas declaraciones y en una entrevista en el semanario independentista Claridad, Stern alegó que igual que lo expresa la dirección de la UNTS, supuestamente «se opone a la privatización». Justificó su apoyo a la reforma de salud argumentando que se trata de un «seguro de salud universal». Un verdadero seguro de salud universal es como el seguro social, un seguro del gobierno, obligatorio y unitario para toda la sociedad, tal como existe de alguna u otra forma en Canadá?, Inglaterra y Francia. La reforma de salud de Rosselló es sólo un seguro privado financiado por el gobierno que raciona una medicina de mala calidad para los sectores más pobres.

En la práctica, la oposición de la dirección de la UNTS a la privatización de los servicios de salud ha sido mínima e inefectiva. En muchos casos se ha limitado a protestas luego de que son despedidos los trabajadores. Tal como se desprende del documento «La privatización de los servicios» publicado por la UNTS-SEIU hace unos años, para estas direcciones sindicales la privatización es «inevitable», y hay que adaptarse a ella o incluso favorecerla «en algunos casos». No favorecen una lucha decidida tal como la demostrada inicialmente por los telefónicos o la llevada a cabo por los otros sindicatos de la salud, la Unión Laboral de Enfermeras y Empleados de la Salud (ULEES) y la Unión General de Trabajadores (UGT) en Mayagüez. Los dirigentes de la UNTS-SEIU ocultan que la privatización es «inevitable» cuando no se está? dispuesto a luchar contra ella y a derrotarla.

El apoyo a la privatización en la práctica por parte de la UNTS-SEIU no es nuevo. El 14 de mayo de 1998, el Sr. Radamés Acosta, director de organización de la UNTS, en una carta al posible privatizador del Hospital Regional de Bayamón, le indica lo siguiente y citamos: «Nosotros estamos conscientes de los esfuerzos y gestiones de la Escuela de Medicina en comprar al Hospital. Como demuestra nuestro récord nosotros no hemos, ni vamos a afectar dicho proceso.»

No es casualidad que esa cordial reunión entre Stern, el burócrata máximo de la SEIU, y Rosselló se diera el mismo día que concluyó la huelga telefónica y tres días luego del anuncio de Rosselló de un plebiscito para diciembre. Es sabido que la central obrera a la cual pertenece la SEIU, la AFL-CIO, ha apoyado el cabildeo estadista en Washington y no ha hecho campaña activa contra la privatización.

La estrategia del liderato burocrático de la UNTS-SEIU ha sido un desastre para los trabajadores, a quienes no se les consultó ni permite la participación democrática en la toma de decisiones. Como resultado de esa estrategia, el gobierno de Rosselló cerró el Hospital Regional de Fajardo. Fue privatizado y reabierto por el Hospital San Pablo. La mayoría de los antiguos empleados perdieron sus trabajos y los nuevos empleados no están organizados sindicalmente.

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