Desmontar cultura también es resistencia

| Publicado el 26 julio 2019

Reseña de la presentación del libro “El amante de tu hermana” de Rafael Acevedo

Por G. Ajlesha y Rakim Calderón Bernal

Este pasado sábado, 20 de julio en la Librería La Esquinita, se llevó a cabo la presentación de la novela El amante de tu hermana del escritor Rafael Acevedo, por el poeta y su editor, Alex Maldonado Lizardi. La actividad contó con la presencia de su autor y giró en torno a preguntas sobre el proceso creativo de Acevedo.

El amante de tu hermana es una publicación de la editorial Ediciones Aguadulce Bayamón, Puerto Rico y forma parte de la Biblioteca Contracorrientes; una colección de libros transfronterizo y experimentales en prosa, escritos usualmente por poetas. Aunque pudiera ser catalogada bajo el estilo policial o detectivesco, la particularidad de esta novela es que busca romper toda clasificación. Para su autor “las etiquetas no le importan mucho”, lo que busca es constantemente “desmontar las expectativas del lector.” Afirma, que hay que ser consecuente con nuestros tiempos, donde se ha transformado la manera en que se lee y escribe, y el modo en que uno accede a una información. Por ello, cuando escribe y ve que el discurso “está demasiado pulido, lo desmonta y hace otra cosa.”

Maldonado Lizardi por su parte describió cómo la trama de la novela atrapa al lector por medio de la narración en segunda persona y la vida carnavalesca de su protagonista, en historias aparentemente inconexas entre sí. Para el poeta, dicho personaje está impulsado “a contar algo, “a encontrar el relato perfecto”, “a escribir un texto detectivesco, donde no hay policías detrás de criminales” y “ni prisa por conocer la verdad”. Entiende que es la extrañeza que asume la tarea literaria de Acevedo, la que realmente atrapa y logra hacer un efecto sobre el lector. Acevedo al respecto, describió cómo reconoce en él una sensación tanto agónica como placentera al adquirir nuevo conocimiento, y ve algo sublime en el proceso de búsqueda del saber, sin necesariamente resolver un problema específico o llegar algún fin.

A la pregunta de Lizardi de si ¿es importante creer en un relato?, ¿creer en lo que se cuenta? Acevedo explicó que lo que mueve su escritura es la fe absoluta y gusto en el uso del lenguaje como objeto artístico. Para el autor, la palabra no conduce necesariamente a la verdad, el lenguaje necesita de elementos que están en la poesía, en la narrativa experimental y en la vida cotidiana para suplir lo que una consciencia lógica no es capaz de aprender.

Para explicarnos mejor su punto, trajo a colación como: “Los acontecimientos que estamos viviendo. Lo que está pasando en estos momentos, aparte que me hace bien feliz, es un hecho poético. Para mí la poesía es la cosa más grande… Digo que es un hecho poético porque no teníamos manera de haberlo previsto, sino a través de esta cosa que para mentes obtusas es un hecho rarísimo. Los periodistas no tienen como narrarlo, los teóricos políticos tienen que hacer un gran esfuerzo y la policía no tiene la menor idea de lo que está sucediendo. Por eso escribir de manera simplista no lleva el mensaje.”

Una vez expuesta esta importancia de las imágenes poéticas, Maldonado Lizardi sugirió hablar sobre la manera en que eventos históricos van supliendo dichas imágenes, a lo que Acevedo atiende más bien como sensaciones de esas informaciones constantes de los medios, que lo que hacen es “narrar y narrar”. Después de lo cual, Maldonado Lizardi invitó al autor para hablar de las primeras imágenes que le permiten redescubrir su proceso creativo. Para Acevedo estas imágenes están vinculadas a su padre, la lectura y el elemento lúdico. También describió como estas imágenes han estado asociadas con lo justo y cómo la mera intención de ello, es suficiente.

Dada por terminada la presentación y abrirse para preguntas al público, los corresponsales de Bandera Roja dirigimos nuestra pregunta a otra de las novelas de narrativa experimental de Acevedo, titulada Guaya Guaya. La misma, es hasta el momento la única novela que trata sobre la cosmovisión de la cultura del reggaetón y refleja, entre tantas cosas, el atropello de los medios de comunicación sobre los discursos contestatarios de los sectores más marginados en la isla. “Como escritor de “Guaya Guaya” ¿Cuál es su visión frente a los acontecimientos actuales, en donde artistas de los géneros urbanos se han expresado a favor del pueblo pidiéndole la renuncia al gobernador y en algunos casos expresando un claro contenido de clase?

A lo que respondió que si bien no puede decir que le gusta o no el trap o el reggaetón, cree que son importantes porque son brutalmente honestos, y demuestran las ganas de romper con los discursos más conservadores. Para Acevedo, estos géneros reflejan una forma de ver el país que lleva gestándose hace más de una década, donde podemos ver cómo “el discurso de la violencia, que había sido utilizado hasta ahora para desmovilizar, ya no funciona, al contrario, se queman zafacones y tres días después tenemos la manifestación política más grande en nuestra historia.” Concluye que el modo en que se están haciendo las consignas en estos días, es perfecto porque cumplen con desarmar los discursos tradicionales que ya no convocaban a nadie, y enfatiza que “en estos casos hay que callarse y aprender.”

Lo que nos lleva a pensar en los excesos de la revolución. En lo irracional de todo proceso político. En lo político de la irracionalidad y en la necesidad de la falta de coherencia. En la falta de lógica. En los comandantes de la policía buscando líderes para coordinar las protestas del lunes 22 de julio, para así poder jugar su rol. En lo teatral de todas nuestras instituciones sociales. En los discursos, en los simulacros, en los juegos de poder. En cómo la ira y la espontaneidad del pueblo rompe con todo eso, pensando que se abandona el sentido pero comienza por elaborar otro en su lugar. Asimismo, cada uno de los acontecimientos de las pasadas semanas, han derrumbado esa muralla invisible que habitaba en nosotros mismos y que nos impedía faltarle el respeto a los políticos, combatir a la policía, quedarnos resignados en nuestras casas, en fin paralizar, gobernar al país.

Esta conversación sobre las novelas transfronterizas, la poesía y la narrativa experimental, frente a la realidad actual en Puerto Rico, nos llevan a valorar la irracionalidad, el error, las evocaciones violentas, las asociaciones efímeras o contundentes, los actos fallidos a lo Freud, como ese proceso honesto que Acevedo describió para acceder al conocimiento y que reconoce en nuestra música urbana.

Entendemos que existe una necesidad revolucionaria y es engendrar en los intelectuales y teóricos políticos, la utilización de imágenes poéticas. Con ello, no solo suplimos los elementos que han hecho nuestra comunicación insuficiente sino que además nos redescubre continuamente ante el trauma y el futuro.

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