¡Fuego a la Rectora!: Estudiantes protestan presencia de esta en Facultad de Arquitectura

La rectora Ana R. Guadalupe conoció hoy de primera mano la furia y frustración que ha desatado entre el estudiantado. En la tarde de hoy cientos de estudiantes que protestaban contra la moratoria impuesta por la Rectora la increparon directamente en una manifestación espontánea que culminó en imágenes de violencia y forcejeo entre estudiantes y guardias universitarios.

Al mediodía de hoy se celebraba una manifestación frente a la Torre de la Universidad en la que se denunciaba la moratoria impuesta por la Rectora en el Recinto. La Resolución, emitida por la Rectora el 24 de febrero, declara sin vergüenza alguna que por los próximos 30 días “…queda prohibida la celebración de festivales, piquetes, marchas, mítines y otras actividades de participación masiva dentro de los predios del Recinto “. Este claro acto de violación del derecho a las libertades democráticas de la comunidad universitaria fue retada con éxito en el día de hoy. Cientos de estudiantes piquetearon frente a la Torre, y ni la Policía ni la Guardia se atrevieron a imponer la represiva resolución.

Una vez culminada esa actividad, cientos de estudiantes se movilizaron espontáneamente hacia la Facultad de Arquitectura, donde se acababa de revelar la presencia de la Rectora en una reunión de facultad. Al llegar a Arquitectura la manifestación estudiantil rodeó el salón donde se encontraba Guadalupe exigiendo dialogo inmediato y la eliminación completa de la moratoria.

En lo que a todas luces fue una movida descabellada, la Guardia Universitaria decidió sacar a la Rectora inmediatamente del salón, atravesando a empujones la manifestación estudiantil. La frustración ante los abusos, la espontaneidad de la lucha y la provocación de la Guardia Universitaria se unieron para desatar las escenas de violencia que han reproducido de forma oportunista y cínica los medios de comunicación. En el ridículo operativo resultaron heridos varios estudiantes, que respondieron a los empujones y puños de los guardias con fuerza proporcional y necesaria.

Una vez sacaron a la Rectora de la Facultad y la metieron en un carro de la Guardia, mojada por el agua que le habían echado encima y alterada visiblemente por los justos y fuertes reclamos de “¡renuncia incompetente!”, la Rectora y sus guardias procedieron a intentar salir del Recinto a toda velocidad. Nada les importó pisar con el carro y atropellar a todo el que se les interpusiera. Aun así, la respuesta espontánea y la rabia estudiantil le dejaron claro a la rectora que aquí la lucha sigue cueste lo que cueste.