Insuficiente la renuncia del presidente de la UPR, José Ramón De la Torre

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| Publicado el 14 febrero 2011

Lun, 2011-02-14 11:47
Foto por:tomada del internet
Hugo J. Delgado-Martí
Bandera Roja

Entre rumores, cartas y confidencias nos enteramos de la salida de José Ramón de la Torre de la presidencia de la Universidad de Puerto Rico (UPR), por éste alegadamente solicitar la salida de la policía de los predios del Recinto de Río Piedras. La carta que emitió De la Torre indicaba que la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU) y la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND) le solicitaron intervención en el conflicto universitario por medio de la remoción de la Policía de Puerto Rico a cambio de que ambos grupos fungieran como mediadores en la huelga universitaria que lleva ya más de 10 semanas. Los estudiantes insisten en que su pliego de demandas va más allá de la salida de la policía y que este reclamo es el último en su lista. Exigen ellos: (1) la eliminación de la nueva cuota de $800 dólares, (2) más fondos recurrentes para la UPR, (3) cero sanciones y (4) la salida incondicional de la policía.

De concretarse la dimisión del Presidente de la UPR y varios decanos (entre ellos Roberto Aponte Toro, Decano de Derecho) la administración universitaria estaría entrando en una crisis administrativa y política en el momento en que la lucha estudiantil reconstruye sus fuerzas. El pasado miercoles 9 de febrero los estudiantes fueron atacados por la Policía de Puerto Rico, en especial su división anti-motines, durante una actividad pacífica. Lo que comenzó como una pintada de murales culminó con un motin en donde los policías atacaron hasta con piedras a los estudiantes. Sin embargo, fueron los estudiantes los que llevaron la mejor parte de la reyerta pues varios policías se reportaron heridos y tuvieron que replegarse. Esa noche mientras miles de personas, entre ellas estudiantes, exalumnos y amigos de los universitarios, protestaron vestidos de blanco frente a la Torre de la UPR la policía permaneció oculta dentro del Recinto.

Desde la perspectiva de la lucha estudiantil, la dimisión de José Ramón de la Torre sería una victoria importante, pero insuficiente pues el objetivo principal de la huelga es la eliminación de la cuota de 800 dólares. La salida de la policía de los predios de la universidad es un reclamo secundario, que surge durante el proceso huelgario en reacción precisamente a las contundentes protestas estudiantiles que lograron detener la normalidad del recinto durante todo el mes de diciembre y gran parte de enero. La salida de la policía sin la eliminación de la cuota, o al menos una negociación satisfactoria sobre su cantidad y a quién le aplique, no acabará el conflicto. La salida de la policía en esos términos significaría una salida parcial pues los estudiantes no renunciarán a su derecho a la autodefensa y a la huelga, y el gobierno eventualmente recurrirá a colocar la policía dentro del recinto para garantizar la represión de la protesta.

Nos encontramos en un momento importante de este proceso huelgario, los paros de la APPU y la Heend le han dado nuevas esperanzas a los estudiantes y han garantizado que en el Recinto no haya clases. Definitivamente que la huelga es la mejor arma que tienen los estudiantes y trabajadores para arrancarles un pedazo del poder a la administración. Sin embargo la negociación de la cuota de 800 dólares está aún lejos. Desde nuestra perspectiva, una posible salida a este conflicto es el ajuste de la cuota al ingreso familiar: entiéndase que todo aquel estudiante que haya solicitado becas pero que su ingreso familiar sea menor de $60,000 dólares anuales no pague la cuota. De esa manera, los sectores adinerados que si pueden pagar la cuota (y algunos de ellos han demostrado que no tienen problemas en pagarla) le hacen justicia a aquellos que no pueden pagarla. Hay que recordar que la beca pell no es sólo para pagar la matrícula sino también para cubrir gastos relacionados a los estudios y que hay muchas familias de clase trabajadora que no reciben la beca completa, y en especial los hijos de dos empleados públicos no reciben becas.

La salida de este conflicto está en las manos de la administración y del gobernador. La actitud intransigente de este gobierno le está costando caro en el ámbito político y la profundización y prolongación del conflicto sólo empeora el panorama para el PNP. La lucha universitaria se ha convertido en el ejemplo del resto del pueblo en lucha y resistencia, pero debemos estudiar y comprender cuales son las lecciones que este proceso nos brinda. Como dijimos en un artículo anterior: estas son voluntad de lucha y trabajo de masas.