La derrota del IVA

| Publicado el 2 marzo 2015

Con o sin IVA, ¡que la crisis la paguen los ricos!

Columna En La Lucha

Hugo J. Delgado-Martí
Comité Central
Hugo Delgado Martí, portavoz del MST conduce el programa radial Bandera Roja
Movimiento Socialista de Trabajadores

 

Los sectores que se han opuesto al impuesto sobre el valor agregado ya pueden apuntarse una victoria: ese impuesto está derrotado en la opinión pública. Ya sea por medio de las campañas que buscan exenciones a bienes y servicios específicos como la educación privada, la salud, a los alimentos no procesados;  por medio de las campañas politiqueras como las de Ricky Roselló, Carmen Yulín, Pedro Pierluisi; o las voces de sectores que velan por sus intereses económicos y de clase; todos coinciden en oponerse a la implantación del IVA tal y como está redactado en el proyecto de ley.

De cualquier manera que se analice la reforma contributiva de los ricos hay que entender que ni el gobernador Alejandro García Padilla ni el PPD son, en si, el problema detrás de la crisis: son ellos simplemente los funcionarios a cargo del implantar el proyecto político de la burguesía en Puerto Rico. El IVA sería el tercer o cuarto intento del gobierno colonial bajo el mandato del PPD de cargar la deuda pública sobre los bolsillos de la clase trabajadora, y hasta ahora en ninguno de ellos ha salido totalmente airoso, teniendo que conceder reclamos a la presión política que han ejercido diversos grupos sociales, sindicales y de presión pública. Los diversos intentos fallidos de cuadrar la caja, desde la privatización del aeropuerto y la AEE, el desmantelamiento de los sistemas de retiro, el cierre de escuelas, y hasta la fotomulta han creado un ambiente de desconfianza y desprestigio del PPD lo que le resta fuerza a la hora de implantar las medidas que convienen a la burguesía en nuestro país.

El efecto de la oposición pública ante el IVA ha sido tal que las voces de disidencia al interior del Partido Popular Democrático han comenzado a opacar al propio gobernador. Eduardo Bhatia, presidente del senado, condicionó la implantación del IVA a una reducción en el presupuesto gubernamental de 1 billón de dólares. Diversos legisladores se han mostrado dudosos de aprobar el proyecto de ley sometido por el gobernador y plantearían enmiendas sustanciales. La alcaldesa de San Juan Carmen Yulín Cruz, repitiendo el libreto que siguió durante la implantación del impuesto sobre la importación del petróleo “la crudita”, se ha mostrado militante contra el IVA. La conocemos y sabemos que su oposición durará hasta que no le garanticen una tajada de fondos al municipio de San Juan. Varios líderes y políticos del PPD, desde Aníbal Acevedo Vilá hasta Héctor Ferrer, se han manifestado en contra del mentado impuesto y auguran una derrota política de su colectividad de implantarse dicha medida. Mientras tanto el periódico Claridad dedica dos de sus primeros artículos de la pasada semana a entrevistar economistas que
favorecen el Impuesto sobre el Valor Añadido.

Un grupo de empresarios de la educación superior pusieron el grito en el cielo el día después de sometida la legislación pues no eximía a la educación privada del pago del IVA. Hay que reconocer que la consigna y campaña desarrollada en las redes sociales #EducacionSinIVA logró su objetivo: eximir a los colegios y las universidades privadas del pago del impuesto. Astutamente el gobernador le otorga una exención al sector que mayor capacidad de movilización ha demostrado en los últimos años que es el estudiantado universitario. Si bien los estudiantes de las universidades privadas no se han caracterizado por su militancia, la anuencia de los empresarios de la educación superior permite crear movilizaciones masivas en contra de esta legislación con el apoyo de estudiantes con experiencia organizativa. Ahora, no debemos menospreciar el hecho de que las universidades privadas, particularmente la Interamericana, son empresas ligadas a la intelectualidad del Partido Popular Democrático.

El Partido Nuevo Progresista aprovechó la coyuntura de oposición generalizada contra el IVA para proyectar a sus dos candidatos a la gobernación: Pedro Pierluisi y Ricky Rosselló. Ambos, desde distintas perspectivas y escenarios, desarrollan una batalla en los medios por hegemonizar la oposición contra el PPD y convertirla en un apoyo tácito a sus aspiraciones. Pierluisi desde la institucionalidad que le otorga la presidencia del partido y su posición de Comisionado Residente en Washington se muestra cauteloso y conservador en su oposición, mientras que Rosselló que es el aspirante en ascenso quiere utilizar el descontento popular para generar un movimiento de masas que aglutine la oposición y le garantice una victoria electoral contundente. Ninguno de los dos ha planteado concretamente qué harán, una vez en el poder, en caso de que se apruebe el IVA. El discurso de Rosselló, aunque de corte más populista, ha sido más concreto al plantear que aspira reducir el presupuesto gubernamental: entiéndase despidos, cierres de plazas, reducción de servicios y privatización.

Un cuarto sector se ha encontrado ausente de la discusión pública y ha sido demasiado tímido en este debate. La Federación de Maestros de Puerto Rico aprobó en su Asamblea de Delegados del mes de febrero oponerse al IVA por su carácter regresivo, o sea que afecta más a la clase trabajador pero dicha resolución no se convirtió a tiempo en una oposición militante por causa de diversas situaciones internas. El resto del movimiento obrero, particularmente el sector más militante que son la UIA y la UTIER, apenas se expresaron recientemente oponiéndose al impuesto y se vislumbra una manifestación para mediados del mes de marzo. Esta oposición no cuenta tampoco con un discurso claro de las alternativas concretas ante la crisis económica que vive el país y su manifestación gubernamental que es el déficit fiscal. Estos tres sindicatos vienen de duros golpes recibidos durante los gobiernos de Acevedo Vilá, Fortuño y García Padilla.

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Distribución del periódico Bandera Roja en la UPR de Río Piedras

Por último pero no menos importante es el sector que representamos las organizaciones socialistas, de izquierda e independentistas. Con distintos matices, énfasis y a distintos tiempos se han mantenido campañas de oposición que contienen una serie de exigencias que buscan que la crisis económica la financien los sectores económicos que se han beneficiado todos estos años. Las exigencias en común incluyen: aumentar las contribuciones a las corporaciones, a los intereses, a las sociedades y en todo caso reducir la carga económica impuesta sobre la clase trabajadora. El Movimiento Socialista de Trabajadores comenzó su campaña contra el IVA en el mes de noviembre luego de aprobada la Crudita. En aquel entonces se advirtió que los meses de febrero y marzo serían precisamente los meses de discusión y aprobación de la reforma contributiva. La campaña titulada “Contra la reforma contributiva de los ricos” comenzó con la primera protesta contra el IVA en Fortaleza, desafortunadamente fuimos víctimas de la sordina mediática que interesaba proyectar consenso con el gobernador. Luego de varios programas de radio, boletines en los centros de trabajo, y una edición de nuestro periódico entendemos que se debe discutir qué hacer ante la nueva coyuntura.

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Programa radial Bandera Roja se transmitió todos los martes de febrero a las 7:00 pm por WIAC 740AM

El Movimiento Socialista de Trabajadores se ha expresado firmemente contra el IVA por considerarlo parte de la reforma contributiva de los ricos que lo que busca es esconder un aumento en contribuciones a la clase trabajadora detrás de un nuevo esquema. Esta reforma propuesta no va dirigida a resolver de manera definitiva la crisis económica del país, puesto que esta crisis no está enraizada en las finanzas de la gestión gubernamental sino en la estructura económica capitalista-colonial. Mientras en Puerto Rico sigamos siendo una colonia capitalista, la crisis se podrá postergar más o menos tiempo dependiendo de la efectividad del parcho que se escoja para paliarla. En ese sentido, plantear meramente una oposición al IVA no sólo es insuficiente, sino que reduce la lucha a un aspecto que es inmediato y que bien mañana podría no ser. La oposición al IVA tiene que canalizarse en contra de cualquier proyecto que pretenda pasarle la factura de la deuda pública a la clase obrera, sea esta un impuesto sobre el valor agregado o un aumento en el IVU, una reducción en el salario de los y las trabajadoras del sector público, despidos, cesantías o reducción de beneficios. Hoy más que nunca podemos plantear que sólo la independencia nos daría las herramientas para salir de la crisis económica, pero sólo bajo el socialismo esa salida de la crisis beneficiará a la totalidad de la clase trabajadora.

Las preguntas que nos hacemos son: ¿estamos los sectores de oposición clasista representados por alguno de los otros grupos de oposición antes enumerados?, ¿podemos los socialistas, independentistas, y laboristas coordinar actividades con alternativas radicales y no colonialistas a la crisis económica y fiscal? En el MST apostamos a que sí y hemos iniciado junto a otros sectores diálogos en esa dirección. Es nuestro deseo que esta coyuntura se aproveche, no para ponerle otro parcho al ELA, sino para construir un movimiento de oposición política a la ofensiva de los ricos

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