Lo que no dirá el gobernador

En la tarde de hoy, el gobernador Alejandro García Padilla dará un discurso en el que informará sobre “el estado de situación” del país y el presupuesto del Gobierno. Aún no se sabe exactamente qué anunciará en ese discurso, sin embargo ya se especula que incluirá nuevos impuestos y un cambio en el IVU. Comoquiera que sea, García Padilla no tendrá que hacer mucho esfuerzo para prometer hacerle la vida más difícil al pueblo trabajador, pues su gobierno ya se ha encargado de mantener al país en el mismo camino que lo puso Luis Fortuño.

Sin embargo, de cara al mensaje cabe preguntarse, ¿hablará el Gobernador de la realidad económica que atraviesa el país? Y si lo hace, ¿lo hará simplemente para achacarle el problema a la pasada administración? Más aún, ¿justificará los golpes que le dará al pueblo usando de argumento la propia situación precaria que vive el pueblo?
Un vistazo a algunos indicadores económicos recientes permite una idea rápida de cuál es el “estado de situación” del país. Veamos.

En términos de empleo, a pesar de que la tasa de desempleo se ha mantenido en torno al 14.4% en el último año y lo que va de 2013, la cantidad de personas trabajando se ha reducido considerablemente. Los últimos datos del Departamento del Trabajo indican que en marzo de 2013, había en Puerto Rico 13,000 personas menos con trabajo que en el mismo mes en el 2012.
Si se observa la situación de los desempleados –definidos estadísticamente como personas que no tienen trabajo pero están buscándolo– el cuadro es aún más dramático. En marzo de 2013, se reportó que había 169,000 desempleados, de los cuales el 29.4%, o sea más de 49,000 personas, llevaba desempleado 15 semanas o más.
Pero la cosa se pone peor: de entre todas esas personas desempleadas, el 53.2% indicó que “terminó su empleo involuntariamente”. Lindo eufemismo para decir “los botaron”. Esto quiere decir que en los últimos tres meses y medio cerca de 63,000 personas han sido despedidas de sus empleos.

Por otra parte, la inflación (medida como cambio porcentual en el Índice de Precios al Consumidor del Dpto. del Trabajo) se encuentra en su punto más alto en los últimos cinco años y se mantiene incrementando mensualmente. De hecho, hoy los alimentos son un 26.46% más caros que cuando comenzó la mal-llamada “recesión local” (mejor sería decir depresión) en el 2006. La electricidad un 51.55% más cara; los seguros de salud un 67.56% más caros; la transportación un 24.54% más cara.
Es muy probable que durante su mensaje, García Padilla mencione el precario estado de la economía. Es probable que lo haga y que use esa realidad como justificación para las medidas que propondrá. En ese momento, cuando la demagogia llegue al punto vomitivo, será preciso recordar las descaradas promesas –creación masiva de empleos; reconstrucción de lo que destruyó Fortuño, etc.– que nunca fueron más que cinismo y manipulación. Seguramente, el Gobernador hará gala de su guapetonería incidental y llamará a apretarse los pantalones todos por igual. ¿Nos deleitará con otro espectáculo de “lo que le vale a Alejandro”? ¿Intentará convencer al pueblo de que él no vive arrodillado frente a los bonistas y los ricos? Quién sabe… lo que sí se sabe es que ignorará el hecho de que la correa de la austeridad no es más que una horca en el cuello del pueblo trabajador.

*Fuente de datos: Departamento del Trabajo