Lucha de clases: Motor de la Historia

Relevancia de principios marxistas en el Puerto Rico de hoy

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| Publicado el 8 abril 2024

La historia de la sociedad humana es la historia de la lucha de clases o en palabras de Marx “La lucha de clases es el motor de la historia”. Es el marco desde donde se desarrollan los proyectos de las distintas clases sociales. En el caso del capitalismo, es el proyecto de la burguesía mundial. Este estuvo montado sobre la ruina del campesinado, les artesanes y toda persona que fuera propietaria de algún medio de producción a quienes se le despojó y se sometió al capitalista violentamente. Se convirtieron en les desposeídos del mundo y a la vez en quienes producen toda la riqueza.

Unas pocas personas, a su vez, no trabajan pero se apropian de esa riqueza, la acumulan para seguir financiando la producción de más riqueza. Es la manera en que existe el capital. 

En ese proceso de desposeer al pueblo de los medios de producción siempre ha estado involucrada la violencia o como dijo Marx, “La violencia es la partera de la historia”. Primero, la violencia directa en toda Europa, en la edad media, a través de la inquisición (para someter a las mujeres, principalmente, al estado capitalista), acusando a toda aquella persona que tuviera liderato, conocimiento o que fuera propietaria de tierras como ‘bruja’.

Ante la producción de excedentes entonces necesitaron conquistar otros mercados y se da la colonización en gran escala donde los portugueses, españoles, ingleses y franceses invaden otros continentes (África, América) e intercambian productos con los mercados de China y las Indias Orientales. Esta explotación de África y América estuvo dirigida por la violencia directa a través de la esclavización de sus habitantes.

Un ejemplo muy conocido de la brutalidad inglesa fue como  arrasaron con los pueblos originarios de lo que hoy conocemos como los Estados Unidos de Norteamérica (EEUU)  (similar a lo que está haciendo hoy el sionismo con Palestina). Ya, más adelante, se une al proceso de explotación colonial los EEUU. Desde la guerra hispanoamericana (1898), EEUU se convierte en el siglo XX en la máxima potencia capitalista e imperialista. Todo este proceso de ascensión del capitalismo al poder (desde el siglo XV al Siglo XX) ha sido uno donde la violencia directa ha tenido un papel principal.

 Simultáneamente a este proceso violento de colonización, se da la violencia cultural que se caracteriza por discriminación de racialización, etnia, clase, género, sexualidad, religión y demás diferencias socioculturales.

Para mantener la estabilidad del sistema de dominio ahora necesitan la violencia estructural que es aquella donde ya la clase proletaria oprimida acepta la ideología burguesa como la correcta. A través de la iglesia, la escuela, universidades, organizaciones comunitarias, los medios de comunicación y las familias se va “creando un consenso” que les permite validar la ideología burguesa. Es por lo que algunes trabajadores apoyan al capitalista por narrativas que sostienen ideas como  “él se merece ser millonario porque ha trabajado duro para ser dueño de la fábrica”. El consenso se convierte en la manera de resolver los conflictos con el estado. Pero si a una persona obrera o trabajadora se le ocurre actuar en defensa de sus pocos derechos, usan la violencia directa a través de la policía, el ejército y los tribunales (el aparato represivo). Las personas trabajadoras si usan la violencia directa contra el estado burgués, este los tilda de “terroristas” y son satanizados para promover la idea de que se merecen los castigos más fuertes que permite el sistema judicial, que puede ser hasta la muerte.

Como clase obrera y trabajadora, necesitamos ir construyendo nuestras propias instituciones que defiendan nuestros derechos y una manera comunitaria de ver el mundo. Podemos comenzar en la casa, aprendiendo no discriminar de ninguna manera a otros seres humanos, en la comunidad donde vivimos ayudando a la vecindad y a quienes más necesitan, en el sindicato donde militamos, en la escuela donde estudiamos o formamos parte del magisterio o en la universidad a la que asistimos como estudiantes o profesores. En fin, en nuestra vida diaria se presentan muchas maneras de luchar por el socialismo. Es posible construir esa organización que luche por nuestra liberación de las cadenas modernas que nos impone el capitalismo.

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