Mientras…

| Publicado el 29 septiembre 2005

 

Jue, 2005-09-29 20:00
Marie Ortíz

Viernes, 23 de septiembre del 2005, fecha esperada por muchos puertorriqueños independentistas. El Grito de Lares, fecha que muchos esperamos por muchos motivos y uno siempre importante es escuchar el tradicional e inspirador “mensaje de Filiberto”.

¿Dónde estará? ¿Que dirá? Siempre que voy al Grito de Lares observo las personas y le hago una radiografía a sus miradas, buscando los ojos de Filiberto en cada una de ellas. Con la esperanza de que su aleteo emocional por vivir el momento de fundirse con nosotros y que la misma lluvia lo moje escuchando el Himno Revolucionario lo lleve hasta allí, como don Luis, El Greco o simplemente Pedro, no importa el nombre, solo importaba creer que el pudiera estar cerca de mi.

Pero eso nunca ocurrió, nunca lo encontré en esa plaza. Escuchaba su voz, para mi muy parecida a la del Maestro Pedro Albizu . ¡Que ironía! MIENTRAS escuchabamos su mensaje de unión, donde nos recordaba que Lares es de todos, el cerco de “esa gente” se hacía mas pequeño, MIENTRAS más alto se escuchaba el mensaje, ellos más se acercaban, MIENTRAS él hablaba de paz, de unión, ellos más de ensañaban con asesinarlo MIENTRAS entonabamos el Himno Revolucionario, posiblemente el nos estaba acompañando en la distancia cantándolo en su hogar en el Barrio Jaguitas sabiendo que sus horas estaban contadas, MIENTRAS llovía copiosamente por más de una hora , una lluvia de más de 100 balas arropaba su humilde casa, su cultivo de rosas, sus intrumentos musicales, sus libros y hasta su fiel perrita Caoba.

Amainó la lluvia, MIENTRAS hubo un largo silencio en la tarima y algunos dialogábamos acerca de su discurso, hubo unos minutos de silencio de balas donde solo se escuchaban los lamentos de agonía, el gemir de un soldado valeroso, que escucha el leve sonido que hace la sangre cuando sale en borbotones y no se puede detener, sangre revolucionaria, roja, roja como la pasión que tenía Filiberto por su patria, sus ideales, su deseo de ver libre a Puerto Rico, deseo de caminar libremente y saludar a su paso a todo aquel que le extendiera su mano.

MIENTRAS escuchabamos a nuestros lideres en Lares, se apagaba su vida. “Ellos” lo asesinaron, violaron lo más elemental, los derechos humanos, el derecho a la vida.
¿No sabían lo que ocurriría al asesinarlo? ¿Un 23 de septiembre?

Hay muchas preguntas y sabemos que las respuestas no nos convencerán. La verdad se la llevó Filiberto al cielo, solo él y sus sicarios saben lo que ocurrió en detalles, porque lo que allí pasó todos lo sabemos, solo nos faltan los detalles y Filiberto, se nos fué y “ellos”… bien gracias.

Tenemos que unirnos todos los puertorriqueños para hacernos sentir, como hicimos al efectuar la gran marcha a favor de la salida de la marina de Vieques. MIENTRAS estemos esperando por la investigación, MIENTRAS miremos en los rostros del FBI un mapa de pobredumbre, de mentiras, falsedades, no seremos libres de espíritu.
De algo estoy segura y es que en Grito de Lares del próximo año no lo escucharé ni lo buscaré pero más importante que todo eso…. lo sentiré y MIENTRAS entonemos el Himno Revolucionario, esta vez… él nos acompañará.

Comandante Filiberto Ojeda Ríos, mis respetos, mi admiración .

¡Hasta la Victoria Siempre!