Por una verdadera transformación en nuestros medios de comunicación, No más Violencia de Género

Nuestra participación ante la convocatoria de Amnistía Internacional consiste en una serie de afiches que educan entre otras cosas, sobre los métodos anticonceptivos como alternativas seguras y responsables, con una perspectiva dirigida a la clase trabajadora, que no siempre tiene accesibilidad a dichos métodos debido sus altos precios.

Conmemorando al Día Internacional en Contra de la Violencia de Género, la organización Amnistía Internacional convocó a artistas del país para una exposición que comenzó el 23 de noviembre de 2009 y estará abierta al público durante un mes en el lobby de la biblioteca Lázaro en la UPR-Río Piedras. El llamado consistió en una petición de sugerencias artísticas que propongan un nuevo concepto de propaganda en dónde se pretenda revertir los anuncios de varios medios de comunicación que puedan ser violentos hacia las mujeres.

Actualmente es vergonzoso ver cuántos anuncios televisivos, cibernéticos y radiales pueden llegar a ser violentos hacia las mujeres o perpetúan el discrimen de género. Se utiliza el cuerpo de la mujer para vender productos y no sólo se muestra el cuerpo semidesnudo para llamar la atención, sino que también se muestran mujeres amarradas, cortadas, o siendo maltratadas por hombres. Estos son sólo los ejemplos más obvios y crudos, pero creemos que hay muchas otras maneras de generar violencia de género por medio de la propaganda. Una de ellas es la insistencia de mantener vivos los roles de género que se asignan socialmente en cosas tan cotidianas como lo son las tareas domésticas y hasta en asuntos más serios como la toma de decisiones respecto a las relaciones sexuales.

Por eso decidimos reaccionar (participando de la convocatoria presentada por Amnistía Internacional) ante tres problemas sociales que genera la famosa campaña La Otra Cara del Sexo. El primero es la visión moralista del sexo como algo sucio, pecaminoso y desagradable que sólo se debe hacer después del matrimonio y con el único propósito de reproducirse. El segundo es anunciar la abstinencia como único método contra los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual, lo que para la mayoría de la población adulta no es una opción. De esta manera la campaña genera desinformación sobre las diferentes alternativas disponibles para tener relaciones sexuales seguras y provoca una falta de educación sexual masiva, promoviendo así el sexo irresponsable. Finalmente, el tercer problema de la campaña es que promueve, de manera indirecta, la intolerancia a las diversidades sexuales y la formación de familias no-tradicionales.

Nuestra participación ante la convocatoria de Amnistía Internacional consiste en una serie de afiches que educan sobre los métodos anticonceptivos como alternativas seguras y responsables, con una perspectiva dirigida a la clase trabajadora, que no siempre tiene accesibilidad a dichos métodos debido sus altos precios. Además, contribuye a la visión del sexo (en todas sus variantes) como algo saludable y bueno cuando se practica responsablemente. Queremos enfatizar también en que existen diversidades sexuales y distintos tipos de núcleos familiares que deben ser respetados por igual.

Finalmente, felicitamos al grupo Amnistía Internacional por promover la cultura y las exposiciones de arte en una época en la que Puerto Rico está sufriendo una crisis cultural provocada por los desmantelamientos de agencias dirigidas a estos fines con las políticas del gobierno de Luis Fortuño y la Ley 7.