Una vez más, Walmart

| Publicado el 25 julio 2017

Reforma Laboral y eliminación de ley de cierre registra 250 empleos, menos

Hugo J. Delgado-Martí
Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores

El pasado 19 de julio de 2017 cerca de 250 empleadas y empleados del Sam’s Club de Los Colobos en Carolina recibieron fríamente la noticia del cese de operaciones de la tienda y del despido inmediato por medio de una carta entregada a la mano de cada una de ellas. Ese día, un contingente de guardias privados armados ocuparon la tienda imponiendo el reino del terror en lo que hasta ese entonces era la tienda más concurrida del centro comercial que rendía servicio a parte de la zona este-central del país.

Lo que esta acción demuestra es la más absoluta insensibilidad de la corporación matriz, Walmart, a la hora de tratar a su empleomanía. Sin duda, el afán de lucro por medio del desplazamiento del comercio nativo, del monopolio de las ventas al por mayor y al detal y de la imposición de reglas comerciales desleales a sus suplidores además de los estilos administrativos antiobreros, es la razón de ser de la corporación.

“El cierre de operaciones de este Club y la terminación de empleo son permanentes. Es necesario que conozca que por tratarse de un cierre total de operaciones de su Club no es aplicable la preferencia de retención o preferencia de reempleo. Esto es una decisión de negocio y no es un reflejo del desempeño de los asociados o el equipo gerencial del Club.” indica la carta que añade los términos y condiciones en que administrarán los derechos de los despedidos y que un análisis somero muestra visos de ilegalidad al condicionar la indemnización a la firma de un acuerdo de parte de la persona despedida. De otra parte, indica la carta de tres páginas que la notificación se da en cumplimiento con la Ley de Ajuste y readiestramiento de trabajadores (WARN – Workers Adjustment and Retraining Notification Act), programa federal que le prestaba trabajo subsidiado a la corporación. La carta demuestra que la intención de la corporación no es retener a sus empleados sino recontratarlos bajo las nuevas condiciones de empleo que establece la reforma laboral.

Este cierre del Sam’s Club de Colobos se une a las cesantías machistas en Wallgreens en la sección de cosméticos, la reducción de horas en dicha tienda, el anuncio de la futura venta de los supermercados Amigo, el cierre de otras megatiendas y la reducción generalizada en el empleo. Nos cuestionamos ¿cuál ha sido el efecto real de las medidas neoliberales y antioberas de Ricardo Roselló?  La respuesta es sencilla: la tasa de participación laboral registró en este mes un mínimo histórico en 39.4% de la población apta para trabajar y en búsqueda de empleo indicando que 879 mil personas están empleadas hoy.

Walmart y sus tiendas afiliadas (Sam’s Club, Amigo y otras) se jactaron durante más de 15 años de ser la vanguardia de la creación de empleos en el comercio al detal. Del 1992 al 2016 el comercio incrementó su plantilla de empleados hasta alcanzar cerca de 14,300 empleos. En ese mismo período el comercio en general perdió sobre 33,000 empleos y el país entró en una de las crisis económicas más profundas de su historia. La generación de ganancias de esta empresa no tuvo freno y el gobierno de Alejandro García Padilla sacrificó las posibilidades de imponerle un impuesto creando una ley que no fueron capaces ni tuvieron la intención de defender.

Hoy las megatiendas y empresas comerciales que durante años destruyeron el comercio al detal nativo están consolidando sus operaciones pues pueden darse el lujo de reducir su alcance geográfico pues no cuentan con competencia real. Estas megatiendas apuestan a la intensificación de la venta por medio del aumento de horas de servicio, del establecimiento de más cajeros y de la propaganda. En resumen, lo que estamos viendo es el efecto de la eliminación de la ley de cierre por un lado y los efectos de la reforma laboral que eliminó derechos que por años mantuvo la clase trabajadora en nuestro país.