Acuerdo con la Junta: nos siguen hipotecando

| Publicado el 1 octubre 2019

Raúl M. Báez Sánchez 
Editorial Bandera Roja 

La pasada semana la Junta de Control Fiscal presentó ante el Tribunal de Quiebras su propuesta de acuerdo con los acreedores para reestructurar la deuda del Gobierno de Puerto Rico. Entre otras cosas la Junta propone reducir las pensiones de lxs empleadxs públicxs y prácticamente dejar sin retiro a gran parte de lxs activxs. Inmediatamente la Gobernadora Wanda Vázquez Garcés apareció dando declaraciones defendiendo la propuesta de la Junta. Como si esto fuera poco, esa misma tarde dio un mensaje especial explicando las bondades de la propuesta y reafirmando su apoyo a la misma.

La propuesta de la Junta busca modificar $35, 000 millones de deuda del Gobierno Central y $50,000 millones de la deuda actuarial con los planes de retiro. Como parte de la reestructuración, contempla una reducción de 8.5% en las pensiones de lxs retiradxs que devengan más de $1,200 mensuales. Este grupo representa aproximadamente el 40% de lxs retiradxs. Con estas medidas, según los números de la Junta, la propuesta reducirá el pago anual de la deuda a $1,500 millones y en total en un 66%. Pero si esto no se hace, nos dicen los “benevolentes” representantes del capital financiero, las consecuencias pueden ser aún peores. 

Pero ante la amenaza de la Junta de destruir lo poco que le queda a nuestrxs jubiladxs y de dejarnos sin retiro a la clase trabajadora; ¿cuál es el verdadero mensaje de Wanda al pueblo de Puerto Rico? Su mensaje fue un vivo ejemplo de la demagogia que caracteriza a los políticos del PNP-PPD. La puesta en escena tuvo un solo objetivo, justificar lo injustificable, por supuesto haciendo un colosal esfuerzo para endulzar el trago amargo. Pero la narrativa detrás del mensaje sigue siendo la misma, debemos aceptar este paquete porque si no nos van a pasar el rolo y va a ser peor. Para llegar a tan iluminada conclusión, Wanda hace una apropiación del discurso y las experiencias de resistencia del pueblo de Puerto Rico. Recurre directamente a las experiencias de sobrevivencia y reconstrucción de la gente después de María y al movimiento del verano 2019 que tumbó el gobierno de Rosselló. Pero en este caso, el desenlace lógico del sacrificio vertido por el pueblo en las calles no son mejores pensiones, mejor educación pública, mejores servicios de salud, un estado de emergencia ante la violencia machista, educación con perspectiva de género y mejores convenios colectivos. Todo lo contrario, con el gran “póker face” que la caracteriza, la gobernadora nos dice que la propuesta de la Junta contiene todo contra lo que luchamos en esas jornadas, simplemente más neoliberalismo. 

Definitivamente la propuesta de la Junta busca reestructurar la deuda. Pero esta negociación podría darse desde dos perspectivas. La primera, la del gobierno y la Junta, pone el peso total del pago de la deuda sobre el pueblo pobre y la clase trabajadora. La segunda, sería la que beneficiaría a la mayoría del pueblo poniendo a pagar a los bancos y capitalistas que se beneficiaron del endeudamiento público y que metieron las manos para adquirir deuda ilegalmente. Sin embargo, bajo la institucionalidad de la colonia capitalista la segunda opción no es posible, porque la deuda es uno de los mecanismos de reproducción de la dependencia. Solo un movimiento de la magnitud del verano de 2019 podria poner a temblar a la Junta, al gobierno y los bonistas. Así que cuando Wanda nos dice que su decisión no está influenciada por “encuestas de popularidad” o cálculos políticos dice una media verdad, porque con el apoyo y la justificación de la propuesta de la Junta, Wanda dejó demostrado que vino a representar un partido bien definido, el partido de los ricos, cuestele lo que le cueste. 

Se acabó el momento de reuniones para escuchar a todos los sectores para ganar tiempo y desmovilizar a la gente que lucha. Wanda demostró que vino a cumplir la misma función que Pedro el Brevísimo, ser representantes de la Junta y el capital financiero. Ante este panorama debemos reclamar las calles nuevamente junto a nuestrxs retiradxs para defender el derecho a un retiro y un futuro digno.

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