En Puerto Rico, como en otros países, se ha implantado el neoliberalismo como forma de dominio del capital. Este sigue avanzando y tal parece que no hay capacidad ni fuerza de apoyo de masas para enfrentarlo. Los socialistas y de izquierdas que nos oponemos al neoliberalismo y sus desastrosas políticas, no tenemos al momento la fuerza política y organizativa necesaria para detener su avance y revertir sus criminales medidas contra las grandes mayorías sociales.
Así, tenemos la obligación de mirarnos de manera crítica, y a la vez, reconocer nuestras insuficiencias en la lucha contra el neoliberalismo. Venimos obligados a pensar nuevos imaginarios políticos. No basta con tan solo oponernos al neoliberalismo, hay que pensar nuevas formas políticas que abran espacio a propuestas democrático-radicales. Ganar espacio para defender y ampliar las propuestas democráticas de manera tal que posibiliten el ir reconquistando los derechos que el capital neoliberal nos ha arrebatado.
Se ha señalado que lo que dificulta enfrentar el neoliberalismo de manera eficaz es la falta de unidad, la ausencia de alianzas. Hoy se habla de “Alianza de País” y se nos quiere vender como si esta fuera una barita mágica que ha de solucionar los problemas del país. Así también, sectores de esa “Alianza de País” nos quieren hacer creer que los problemas que enfrentamos en Puerto Rico y el desastre en que nos encontramos es producto del colonialismo. Pero esa afirmación es insuficiente.
Una “Alianza de País” para ser eficaz y fructífera como opción política “salvadora”, que a su vez tenga la posibilidad de “derrotar al bipartidismo” tiene que incorporar en su propuesta política medidas que conduzcan a ir arrancando al neoliberalismo los derechos, (sociales, económicos, culturales y políticos), que se nos han eliminado. Si esa “Alianza” quiere tener futuro, debe promover y orientar sus propuestas para reestablecer los espacios democráticos y las respectivas reivindicaciones económicas y sociales tendientes a impulsar la organización y movilización de eso que llaman “masas” o “pueblo”.
Los movimientos sociales de masas serán la garantía del triunfo, consistencia y continuidad de la lucha contra el neoliberalismo. Reivindicaciones y propuestas que enfrenten las políticas criminales del neoliberalismo de privatización de los servicios que el gobierno viene obligado a brindar a la ciudadanía. De esta manera proponer medidas para revertir la privatización de la producción y distribución de la energía eléctrica. Que detenga la privatización de la educación mediante las escuelas chárter y cualquier otra forma de privatización. Que brinde servicios de salud de calidad y accesibles a las grandes mayorías sociales.
Desarrollar una oferta educativa pública en escuelas y en la UPR donde tengan un rol fundamental para generar una cultura de transformación democrática e igualdad capaz de defender la dignidad de la mujer como ser humano. Que siente las bases para acabar con la violencia machista. Que a su vez se impulsen políticas democráticas en defensa de la igualdad que facilite la lucha contra el racismo y vaya sentando las bases para una sociedad libre de racismo. Se debe impulsar los derechos y las reivindicaciones de la comunidad LGBTTI.
Una “Alianza de País” no debe ser limitada al simplismo electorero de “derrotar el bipartidismo”. Una “Alianza” tal tiene que apoyarse en reivindicaciones y propuestas concretas para desde ya ir beneficiando a las grandes mayorías sociales. Pero no debe quedarse ahí. Por obligación si se quiere tener posibilidades de futuro, tiene que insertar sus propuestas inmediatas y de mediano alcance en una propuesta más abarcadora. Tiene que asumirse como una gran propuesta y movimiento social anticapitalista. Esto es así, pues los problemas que se intenta solucionar han sido creados por el capitalismo colonial.
Reducir la catástrofe que vive Puerto Rico afirmando que son problemas que responden al “bipartidismo”, o que la culpable es la colonia es inaceptable porque tal explicación refleja ausencia de profundidad en el análisis de la realidad que vive el país. Puerto Rico es una colonia capitalista, el capitalismo yanqui se estableció aquí hace más de un siglo. Con la invasión norteamericana a Puerto Rico el tipo de colonialismo que se establece aquí es uno de la era imperialista del capitalismo. Una de las características principales de ese colonialismo es la exportación de capital, la implantación del régimen capitalista en las colonias.
La causa de la crisis no es la colonia, por lo tanto, la solución a la misma no es alguna fórmula de estatus, cualquiera que sea. La crisis capitalista es mundial, no se da solo aquí. Afirmar que la crisis es la colonia es quedarse en discursos nacionalistas anticuados que nada aportan a encontrar soluciones, pues no comprenden qué es en realidad Puerto Rico. Ese análisis que reduce la culpa de la crisis a la colonia es insuficiente para comprender y explicar la misma.
Siendo que la crisis que vive el país es producto del capitalismo, las soluciones hay que buscarlas al margen de ese sistema. No se puede aceptar que se nos pretenda vender la idea que alguna fórmula de estatus que no rompa con el capitalismo es la solución a nuestros problemas. De ahí la importancia de que la “Alianza de País” se asuma en una perspectiva anticapitalista.
Entonces en lo inmediato, como posible propuesta electoral hay que insistir en propuestas y reivindicaciones inmediatas. No se trata de llegar al poder en las próximas elecciones, aun así, teniendo en cuenta la inmediatez que impone el proceso electoral. Los socialistas en el PIP, en MVC, fuera de esa “Alianza” y en otras organizaciones socialistas en todo Puerto Rico no debemos olvidar que esas plataformas inmediatas hay que vincularlas a un proyecto anticapitalista de largo alcance. Olvidar ese vínculo es trágico para el proyecto anticapitalista y socialista, pues nos arrimaría peligrosamente al reformismo inmediatista de lograr y quedarse en el discurso del triunfo electoral.
De esta manera propongo a los socialistas e izquierdas anticapitalistas en Puerto Rico llevar a cabo un apoyo crítico a la “Alianza de País” estando consciente de que a pesar de las deficiencias que acompañan la misma, esta plantea la posibilidad de adelantar la lucha inmediata por arrancarle al neoliberalismo los derechos que nos ha arrebatado. Sin ilusionismo triunfalista intentar desarrollar la organización y movilización de lxs trabajadorxs y los amplios sectores de las mayorías sociales. Votos, organización y movilización callejera es la que hay para garantizar continuidad, consistencia y radicalidad en las diversas luchas de las que participamos. Sin organización ni movilización callejera no habrá triunfo ni posibilidad de permanecer conquistando metas, a la vez que le arrancamos al capital neoliberal reivindicaciones para el bienestar de esas mayorías sociales.