En estado huelgario 365 días del año

| Publicado el 13 enero 2010

Por una huelga multisectorial que detenga la producción

Respuesta a un debate político sindical

Mié, 2010-01-13 13:53
Foto por:hjdm
Hugo J. Delgado-Martí
Bandera Roja

El que la Coalición Todo Puerto Rico por Puerto Rico (TPPxPR) anunciara una Huelga General, y le asignara fecha sin mediar una discusión entre el movimiento obrero, estudiantil y demás sectores en lucha generó un debate entre los independentistas y socialistas que más que reafirmar dichas expresiones demuestran lo lejos que estamos

, ya no de la Huelga General, sino de cualquier proceso que verdaderamente le haga frente al gobierno; a no ser que algún sector se tire por si sólo a la huelga. Va surgiendo ya un consenso entre los sectores que no están dispuestos a lanzarse a una huelga, que se escudan bajo el manto del “Estado Huelgario”. De nuestra parte reiteramos nuestro llamado a que si de verdad nos interesa hacerle frente al gobierno neoliberal de Fortuño y los blanquitos tenemos que organizar cuando menos una huelga de sectores estratégicos que detengan la producción y que sirva de base para un movimiento de masas de apoyo a la huelga.

El debate que circula por el internet recoge las distintas vertientes del independentismo y el socialismo local. Rafael Bernabe, del Movimiento al Socialismo (MAS), presenta el término «Estado Huelgario» para describir un vente-tú que definitivamente NO es huelga, sin embargo es bastante concreto en su análisis economicista. Como para él las huelgas recientes se perdieron ese no es el camino a seguir. Alejandro Torres Rivera, del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH), caricaturiza nuestro artículo anterior acusándonos, sin justificación, de excluir a los sectores amplios de la sociedad civil como las comunidades, iglesias, ambientalistas y con justificación que excluimos alguno que otro capitalista, millonario y patriota. José «Tato» Rivera Santana, detractor de la huelga magisterial y proponente de la moción de censura del MINH en contra de la FMPR durante dicha huelga, menosprecia el debate arguyendo que se trata de una discusión del nombre que le pondremos al proceso. En otro bando colocamos las expresiones de Ricardo Santos, Luis Pedraza Leduc y Juan Camacho, quienes si bien coinciden en que una verdadera huelga tiene que detener la producción demuestran en sus énfasis un mayor interés por la lucha mediática y vistosa de desobediencia civil por encima de la organización de los trabajadores en sus centros de trabajo para detener la producción.

Vemos varios aspectos en común en todos estos discursos. Todos recurren a hacer llamados a protestas masivas de pueblo que trasciendan al movimiento obrero, pero nunca se concretiza con nombre y apellido quién va a parar qué. Con la ilusión de la amplitud se crea la percepción de que no existe forma y manera de dirigir el proceso, que el proceso se nos sale de las manos y por tanto los votos de huelga, los debates ideológicos, las discusiones parecen inútiles. Pareciera que el objetivo es desarrollar una serie de manifestaciones y protestas efímeras de las que nadie se hará responsable. Lo que están garantizando es que al final de la jornada de resistencia contra la ley 7 cuando se haga el análisis de la derrota de los lideratos burocráticos estos puedan decir «Es que el pueblo no se tiró a la calle». La mayoría de estos planteamientos son justificaciones retóricas de la renuncia a la huelga por parte de la AFL-CIO, la SEIU, la CPT y algunos en la Coordinadora Sindical. Los ideólogos del independentismo están creando un armazón ideológico para proteger de la crítica aquellas uniones que no se tiren a la huelga. No nos sorprende por tanto las expresiones del Obispo Vera y de TPPR, quienes se alinearon con el concepto de estado huelgario en sus comuncaciones más recientes.

En el tercer sector estamos los que apoyamos huelgas que detengan la producción, donde incluimos también a la Organización Socialista Internacional (OSI), la Federación de Maestros y gran parte del Movimiento Estudiantil. Lo que nosotros en el MST estamos planteando es que si de verdad se quiere una Huelga hay que construirla democraticamente desde la base, que no cifremos esperanzas en que las uniones de los chupacuotas trabajarán para la huelga, y que aun sin esa gente los sectores estratégicos pueden ser de gran impacto a nivel nacional. Organizar otros sectores no está reñido ni lo descartamos y la historia nos sirve de testigo que así ha sido para nosotros. Sin embargo hay que ser realistas sobre la capacidad de movilización que tiene la lucha ambiental y comunitaria. Pregunto yo, ¿cuantas comunidades hay organizadas en el país como instrumentos de lucha? ¿Cuantas organizaciones ambientales? ¿Cuanta gente pueden mover? ¿Que tan contundentes podrían ser esas manifestaciones para detener al gobierno? Esta lucha será como el pan o la cerveza, necesitan un «pie» de fermentación. Los sindicatos son ese inicio, esa base de la cual parte el resto de la lucha, los demás sectores apoyarán si al menos un sector de la clase obrera lo organiza. La gente, el pueblo, la calle no son más que ambigüedades retóricas en todos estos discursos.

Siendo un poco más concreto: si la UIA, la UTIER, la UGT, la HEEND, la FMPR, las Universidades, la AMA, los Bomberos, y cualquier otra unión pequeña o grande pero militante deciden comenzar a coordinar acciones concertadas dirigidas a una huelga en el próximo año no lograremos la huelga general pero cuando menos le asestaremos un golpe profundo al gobierno neoliberal de Fortuño que ya de por si da muestras de debilidad. Lo que hace falta es el compromiso de todos esos sectores de comenzar la preparación ya de detener la producción en cada uno de los centros de trabajo. Si no nos organizamos para parar la producción, el gobierno de los ricos se saldrá con la suya y los despidos pasarán al olvido opacados por la destrucción de la Autoridad de Energía Eléctrica, Acueductos y Alcantarillados, a manos de las APP y de la educación pública del país en manos de las Escuelas Charter. Aquellos que vayan a “pasar con fichas” en esta coyuntura deben quedar retratados para la historia.

Reiteramos que de lo que se trata aquí es de lucha de clases, el gobierno de Fortuño está al servicio de los ricos y quieren utilizar el gobierno como fuente de capital para la inversión, con la privatización, la ley 7 y la nueva ley de permisos pretenden colocarse en una posición ventajosa de opresión y super-explotación de la clase obrera puertorriqueña. Contra este escenario de lucha de clases hay que responder de manera contundente y combativa, al igual que en la lucha de Vieques la desobediencia civil violenta selló finalmente la salida de la Marina de Guerra, los trabajadores tenemos que utilizar todos los métodos a nuestro alcance para detener la producción en el país. Si de verdad se quiere enfrentar al gobierno de los ricos hay que tirarse al cuadrilátero de la lucha de clases con la mayor fuerza posible y dispuestos a enfrentar las consecuencias que traiga la lucha. A fin de cuentas los procesos de lucha en si mismos, independiente de los resultados economicistas, desarrollan la conciencia de la clase trabajadora, crea nuevos líderes y deja una experiencia práctica que no se gana con mil conferencias de prensa.

La lucha de clases

Estamos viviendo un momento dificil, pero historicamente exelente ,es el momento que el pueblo tiene la oprtunidad de ver no solo en un discurso .sino que la vivencia de la lucha de clases .con los dos rivales, democracia capitalista burguesa manchestriana en quiebra fracasada ,y el obrero boricua el cual a sido explotado ,hay que llevar la conciencia y el mensaje de que hay una lucha de clases
en nuestro pais .eso que parecia estar solapadamente escondido como dormidos historicos ala verdad de la lucha de clases que simepre ha estado pero no habia conciencia de ella ahora, esta casi palpable ,siempre hay diferencias entre las organizaciones que quieren el bien comun del puertorriqueno.a mi humilde opinion la unidad vendra ya que nuestro enemigo burgues capitalista manchestreano seguira con su imposicion de esta politicas neoliberales que traen tanto dolor como desasociego a nuestras familias .