Fiona, LUMA y la privatización de la AEE

Desastre creado por bonistas, gobierno de Pierluisi y uniones patronales

| Bandera Roja

| Publicado el 27 septiembre 2022

 

La privatización de la Autoridad de Energía Eléctrica se ha convertido en un desastre para la clase trabajadora en Puerto Rico. No solo hemos tenido siete aumentos de luz con LUMA en su primer año, sino que LUMA que nos ha creado una crisis después de Fiona, un huracán categoría 1. En medio de esta crisis creada por LUMA y el gobierno, alguien podría preguntarse porqué LUMA se niega a integrar a los ex-empleados de la UTIER a la recuperación y porqué Pierluisi defiende tanto a LUMA. Esta defensa no tiene nada que ver con que LUMA tenga suficientes empleados ni con lo buenos y capacitados que son los empleados de LUMA y QUANTA. La explicación se encuentra en que tanto Pierluisi como la Junta de Control Fiscal quieren que LUMA esté a cargo del sistema eléctrico porque defienden los intereses de los bonistas y las políticas de privatización y porque el Partido Demócrata de los Estados Unidos le debe favores políticos a las uniones patronales como la IBEW.

La privatización y los bonistas

Cuando LUMA vino a quedarse con los fondos de la red eléctrica de Puerto Rico, la burguesía puertorriqueña celebraba el fin de la UTIER. La legendaria unión, que se enfrentó al patrono con huelgas, paros y otras acciones, representaba una verdadera amenaza para la burguesía local y de Estados Unidos. Demócratas y Republicanos en el Congreso y los bonistas que quieren hacerse más ricos con la quiebra de Puerto Rico vieron en la contratación de LUMA el fin de una corporación pública que podía proteger a abonados sin recursos, la posibilidad de aumentos de luz para pagar los bonos y el fin de la UTIER.

La UTIER, a pesar de haber usado más la negociación colectiva que la huelga en los últimos años, tenía una historia que demostraba la capacidad de la clase obrera puertorriqueña de enfrentar al patrono en el sector público. Eso no es lo que querían los bonistas ni la burguesía puertorriqueña que, por medio de PNP y el PPD, defendían su «derecho» a hacerse más ricos con la quiebra del país. La capacidad de la UTIER de parar la producción de electricidad era el talón de Aquiles de la quiebra de la AEE. La UTIER ya no puede parar la producción, ya que ahora tenemos el International Brotherhood of Electrical Workers (IBEW) en contubernio con LUMA para traer paz laboral al taller. La IBEW está afiliada a la AFL-CIO, la unión patronal que negoció la reducción de salarios, retiro y plan médico de los empleados municipales bajo la quiebra de Detroit. O sea, la paz laboral. El Artículo 12.1 del contrato entre LUMA y la IBEW, dice (https://www.ibew222.org/_.PR/Docs/21-FINAL-CBA-SP.pdf):

«ARTÍCULO 12 – HUELGAS, CIERRES PATRONALES

12.1 LUMA conviene en que no habrá cierre patronal durante la vigencia de este contrato. El Sindicato acuerda que no habrá huelgas totales o parciales, desaceleración o paros laborales mientras este contrato esté vigente.»

LUMA ha puesto como condición para subcontratar a cualquier compañía que sus empleados estén unionados bajo las condiciones de la IBEW**, como lo dijo Fermín Fontánez Gómez, el Director de la Alianzas Público Privadas que nunca ha supervisado a LUMA, en las vistas del congreso frente a Grijalva: «[…] para evitar retrasos en el trabajo de construcción, los contratistas acuerdan no hacer cierres de taller y la IBEW acuerda no tener huelgas, ni otros interrupciones ni interferencias.» («avoid undue delays in  the completion of the construction work as the Contractors agree to not engage in lockout and IBEW agrees to not engage in strike, slow-down,  or other disruptions or interferences.»)

Esa penetración del imperialismo sindical, de estos pulpos sindicales, no es casualidad. En otras quiebras, estos han negociado la reducción de sueldo y destrucción de los sistemas de retiro de los trabajadores unionados. Estos buscan estrangular las uniones locales o comprarlas a cambio de la negociación colectiva con garantías de paz laboral para las corporaciones públicas, las compañías privadas que administran corporaciones públicas como LUMA y las agencias de gobierno. Tanto la Junta de Control Fiscal, la Jueza Taylor Swain, como el Negociado de Energía, aprobaron el contrato con LUMA. Esto beneficia a los bonistas de la AEE, que defienden a LUMA a capa y espada, ya que ha logrado la «paz laboral» con este convenio.

El gobierno preparó el terreno para la quiebra y destrucción del sistema eléctrico cuando dejaron de hacer reparaciones e invertir en el sistema eléctrico. También, se endeudaron sin control, incluyendo esquemas de corrupción, como la compra de combustible a precios exorbitantes y de combustible de baja calidad. Ahora, pagamos con nuestra sangre esa corrupción, la deuda, con la presencia de LUMA, que poco a poco destruye la isla para hacer más ricos a sus ejecutivos.

Porqué defienden a LUMA

Pierluisi se ha convertido en el abogado de LUMA. Para Pierluisi, los intereses de la compañías privadas van por encima de los intereses de los que viven en la isla, de la clase trabajadora que ha sufrido los embates de Fiona y de las personas con necesidades médicas. Este es el neoliberalismo y la privatización. También, pone en primer lugar los intereses de los bonistas. De hecho, Pierluisi vetó un proyecto de ley que reducía a un 75% la deuda de la AEE y ahora pagaremos con aumentos de luz esta decisión de nuestro gobernador.

Para lograr otorgar el contrato a quince años de LUMA, hay que llegar a un acuerdo con los bonistas sobre la deuda de la Autoridad de Energía Eléctrica. Se ha dado un tranque entre los bonistas y la Junta de Control Fiscal. Por eso, no es casualidad que el grupo de bonistas organizados (Ad Hoc-AEE con 65% de la deuda) hayan pedido a la Jueza Swain desestimar la quiebra para que siguieran las negociaciones el 19 de septiembre, el mismo día que llegó el huracán Fiona. En el escrito de 44 páginas, defienden a LUMA: “La negativa de la (JSF) de continuar adelante con su acuerdo con los bonistas y la consecuente fracasada salida de la AEE del Título III podría resulta en un evento de terminación de $115 millones bajo el contrato de LUMA el 30 de noviembre de 2022, dándole a los políticos la alternativa de no renovar el contrato de LUMA” (Nuevo Día). Estos mismos bonistas piden aumentar el costo de la luz a los abonados para que les paguen sus bonos con intereses.

En un país en quiebra, con una pobreza de casi 50% y después de un huracán devastador, esto es criminal. Pero, tanto el gobierno de Puerto Rico como el gobierno federal solo están interesados en enriquecer más a LUMA (y a la compañía matriz QUANTA), así como a los bonistas. Esta conspiración solo servirá para aplastar más a la clase trabajadora y desplazar a los puertorriqueños fuera del país. Además, la colaboración de la unión patronal IBEW es vergonzosa, pero no es una sorpresa. Las uniones patronales se vuelven tan poderosas y sus CEOs tan ricos que la supervivencia de estas van por encima del bienestar de la gente.

En su comunicación a la gente de Puerto Rico, el Presidente Joe Biden prometió que «durante un mes el gobierno federal financiará en un 100% las tareas de emergencia relacionadas con el restablecimiento de los sistemas de electricidad y agua, rescate y búsqueda de supervivientes, refugio, suministro de alimentos y remoción de escombros.» Como hemos destacado en la cita, la preocupación del gobierno de Biden está en levantar los sistemas que se han caído por culpa de LUMA. Está dispuesto a poner más dinero en LUMA, mientras FEMA decidía si les negaba ayuda individual a puertorriqueños que viven en algunos de los municipios que tuvieron el paso directo de Fiona. El número de municipios ha aumentado, pero FEMA advierte que le darán dinero solo a aquellos que tuvieron que dejar sus hogares, lo cual excluye una mayoría de los damnificados que perdieron su compra o tuvieron gastos extraordinarios por la falta de luz.

De hecho, el Presidente Biden defiende el pago de la deuda (como lo hizo Obama con Promesa) y las uniones patronales. El Presidente Biden fue el orador principal en la convención de la IBEW, el 11 de mayo de este año. Esta unión patronal ha elogiado al presidente como el presidente más «pro-unión» de las últimas décadas. La IBEW ha contribuido a las campañas de candidatos demócratas con sobre 3,000,000 de dólares y han pagado más de medio millón de dólares en cabilderos (https://www.opensecrets.org/orgs/intl-brotherhood-of-electrical-workers/summary?id=D000000069). Durante la campaña a la candidatura para la presidencia, la IBEW abiertamente endosó al futuro presidente Biden. Biden le debe muchos favores políticos a la IBEW. Si Trump nos tiró papel toalla después de María, Biden le tira la toalla a LUMA para favorecer a la IBEW.

Esto va de la mano de la defensa que hace Pierluisi, miembro del Partido Demócrata, de LUMA, quien señaló el sábado, 24 de septiembre, que estaba «satisfecho» con la respuesta de LUMA y que solo deseaba que se «acelerara» el paso de la recuperación. Mientras tanto, mueren personas por prender generadores, no poder usar equipos médicos y por usar velas para alumbrarse en la oscuridad. Veremos qué esquemas de corrupción se inventan los políticos que van a manejar estos fondos de recuperación.

Después de llamados diarios a LUMA para que energice la isla, LUMA se ríe en la cara de Pierluisi, diciendo el viernes que hay «un plan» y que deben seguirlo. Ese plan parece incluir una avería en la línea de trasmisión 36000, que dejó sin servicio a 140,000 abonados, que ya habían energizado, el sábado, 24 de septiembre. Para distraer la atención de su ineptitud, publicaron que la culpa era de Ecoeléctrica (otra compañía privada), que sufrió una avería y dejó a 70,000 clientes sin servicio. Las mentiras y desinformación que lleva a cabo LUMA van desde prometer (con su portavoz Abner Gómez) un aumento significativo de clientes con luz en dos días y luego decir (con otro portavoz, Daniel Hernández) que nunca habían dicho eso. Inclusive, se ha sugerido que manipulan encuestas de emisoras y eliminan críticas de las redes sociales. Las mentiras llegan al punto de que informaron en conferencia de prensa el domingo 25 de septiembre que habían energizado el Hospital Regional de Bayamón y varios periodistas, que estaban en el hospital,  confirmaron que esto era falso.

La privatización y los servicios esenciales

En medio del desastre post-Fiona defensa de LUMA la ha asumido Pedro Pierluisi, el gobernador que ganó con 33% de los votos. Jennifer González se ha unido al gobernador en la defensa de LUMA. Pero no es solo la defensa de LUMA, sino la defensa de QUANTA, la empresa matriz. Earl Austin, presidente de QUANTA, también defendió que los trabajadores que levanten la red eléctrica estén afiliados a la IBEW. Por supuesto, esto asegura que sean empleados de QUANTA, asegurando ingresos para la compañía, la transferencia de más fondos del pueblo de Puerto Rico a la privatizadora. La vendetta contra los ex-trabajadores de la AEE es tal, que el gobernador se niega a usar la ley del «Empleador Único» para movilizar los celadores para que ayuden en la recuperación. En su lugar, la empresa gastará millones de dólares del pueblo en traer empleados de sus compañías matrices y de otras compañías privadas, que tienen que regirse por el convenio de la IBEW: Roman Electric Contractors, Inc., Marathon, LLC, Electricoop, Continental Lord, Tekniek y Multicom.

Algunos alcaldes han querido reparar líneas y LUMA le envió a uno de ellos este domingo, 25 de septiembre, el alcalde de Isabela, una carta amenazándolo de arrestarlo si se atreve a trabajar con las líneas eléctricas. Según Noticel (27 de septiembre), la pelea con los alcaldes es por el dinero de FEMA. Quien levante la red eléctrica, recibirá el dinero. Así, que LUMA no se conforma con robarse los 125 millones anuales, subirnos la luz y tener una plan para robarse el dinero para la recuperación de María, sino que también quieren guisar de nuestro desastre con Fiona.

Todas la quejas de que los trabajadores de la UTIER ganaban mucho, se han caído al piso. Al presente, el convenio colectivo de LUMA con la IBEW les paga cerca de 200/hr a los trabajadores, comparado con 45/hr que ganaban bajo la AEE. Los salarios y beneficios marginales de los que vienen a la recuperación después de Fiona son exorbitantes. No hay nada malo con que se pague bien a un trabajador, pero la excusa de los sueldos altos bajo la corporación pública es eso, una excusa. Por otro lado, los sueldos y compensaciones de Wayne Stenby y todos los ejecutivos de LUMA son ridículamente altos. Ahora mismo, QUANTA, la empresa matriz, está guisando billetes largos con nuestra desgracia. Eso explica la cruel sonrisa de Earl Austin, presidente de QUANTA, en el artículo de El Nuevo Día cuando dice que no sabe cuándo se restaurará el servicio (https://www.elnuevodia.com/noticias/locales/notas/earl-austin-defiende-la-respuesta-de-luma-energy-tras-el-paso-del-huracan-fiona/). Mientras tanto, mucha gente pasa hambre o muere por falta de equipos o por tratar de prender una vela en la oscuridad.

La privatización de los servicios públicos, los servicios esenciales, solo trae desgracias para la clase trabajadora, los jubilados, los niños y las mujeres pobres, muchas madres solteras que tienen que cuidar niños y mayores, desamparados por el gobierno de turno y las compañías privadas como LUMA. Si no acabamos con la privatización y ponemos en manos de los trabajadores y los consumidores la dirección de estas corporaciones públicas, cada vez que venga un huracán, sufriremos las mismas desgracias. Es hora que la clase trabajadora esté a cargo de los servicios esenciales y que no dependamos de los corruptos, del gobierno indiferente ni de LUMA.

 

 

 

** NOTA sobre la IBEW y las uniones patronales

Los ejecutivos de la IBEW son millonarios, sus intereses están alineados con los de la burguesía en Puerto Rico y los Estados Unidos. Por ejemplo, Lonnie R. Stephenson tiene 10 millones de dólares a su haber, mas $900,000 de sueldo anual con la unión. Otros ejecutivos de la IBEW ganan entre $200,000 y $400,000 anuales. De manera similar, los ejecutivos de otras uniones corporativas y patronales con filiales en Puerto Rico son millonarios, como los de la AFT (parte de la SEIU), que tiene a la Asociación de Maestros de Puerto Rico (AMPR) como representante. El gobierno de Pierluisi no solo ha traído a la IBEW, sino que no ha permitido nuevas elecciones sindicales, a pesar de que la Federación de Maestros recogió cerca de 9,000 endosos. La AFT y la Asociación de maestros cabildearon para la destrucción del sistema de retiro, negociando con la Junta de Control Fiscal a espaldas de los maestros. Esas acciones demuestran lo que quieren estos sindicatos patronales: la destrucción de sindicatos locales para quedarse con las cuotas.

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