La liberación de los presos políticos y la relación con los Estados Unidos

| Publicado el 29 octubre 1999

Augusto Calderón

La excarcelación de los once presos políticos puertorriqueños provocó todo un revuelo en el Congreso de los Estados Unidos. El liderato del Partido Republicano, con el respaldo amplio de congresistas demócratas, criticó abiertamente la decisión de Clinton e inició una cacería de brujas. Las vistas en el Senado federal demostraron el repudio a la liberación de los presos políticos, a quienes se les denomina terroristas. A esas voces se unieron Janet Reno, secretaria de justicia federal, y el republicano José Fuentes Agostini, secretario de justicia de Puerto Rico.
La reacción en Washington contrasta con el recibimiento de héroes que se les dio en Puerto Rico. Para el colonizador, los luchadores por la independencia son enemigos de sus intereses de dominio colonial. La excarcelación de los prisioneros políticos recrudeció esa posición. Para nosotros la lucha de los ex-presos políticos, su temple ante el encierro, las condiciones a las que fueron condenados, y las que finalmente acompañaron a su liberación, demuestran su calidad humana y su valor patriótico. Es por eso que se han ganado el reconocimiento de personas de todas las líneas partidistas.
En los últimos 5 años, el gobierno anexionista de Rosselló gastó más de $30 millones en grandes bufetes en Washington para promover la anexión de Puerto Rico en el Congreso. La liberación de los presos políticos ha dado al traste con el objetivo anexionista.
Los congresistas responden a los grandes comercios y fábricas estadounidenses de manera prioritaria debido a las aportaciones políticas y demás gestiones de sus cabilderos. La venta de sus productos en Puerto Rico nos coloca entre sus primeros cinco clientes. Las ganancias obtenidas por los capitalistas norteamericanos en la Isla han excedido los $16,000 millones en sólo un año. Los boricuas consumimos unos $13,800 millones durante el año fiscal 97-98 en productos norteamericanos. Además de las importantes aportaciones de dinero que fluyen hacia los EE.UU., hay que considerar que más del 13% del territorio cultivable es utilizado como bases militares sin pago alguno por dicho concepto. Esta es la base objetiva que nos distingue de los congresistas del poder. De ahí emana el contraste ante la liberación de los patriotas boricuas.
Aún quedan 6 compañeros encerrados por los mismos motivos políticos: Oscar López, Carlos Torres, Juan Segarra, Antonio Camacho, José Solís y Haydee Beltrán. La agenda por la liberación de los presos políticos debe continuar hasta lograr traerlos todos a casa.
La nueva situación de los compañeros recientemente liberados también merece nuestro compromiso solidario. A esta fecha los federales han logrado imponer severas limitaciones a sus derechos fundamentales. Las condiciones antidemocráticas impuestas a los compañeros requieren que la campaña en favor de su libertad continúe hasta que puedan disfrutarla plenamente.