La noche es pa’l combate

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| Publicado el 23 julio 2019

Lucha callejera y resistencia en el Viejo San Juan

Hugo J. Delgado-Martí
Bandera Roja

“Llevamos más de cuatro horas batiéndonos contra la policía pa arriba y pa abajo, si quieren realizar protestas pacíficas que lleguen temprano” señaló un manifestante encapuchado a un coordinador de los medios de la protesta de Rey Charlie que pretendía detener totalmente el combate de anoche. Tarde en la noche del lunes 22 de julio y entrada la madrugada del 23 un bloqueo de la policía mantuvo aislada la convocatoria de los motoristas que ocasionalmente toman las calles del país. Los manifestantes frente a la Fortaleza, por su parte, resistieron desde las 11 de la noche hasta altas horas de la madrugada los ataques con gas pimienta, bala de goma, gas lacrimógeno y hasta macanazos y arrestos, de parte de la policía, con formas creativas y contundentes.

Los manifestantes y sus simpatizantes exigen igualdad de respeto hacia sus métodos de lucha que el que se le da a los métodos pacíficos. Algunos incluso participan en métodos en los que no creen pero por solidaridad con la causa asisten. En los medios se ha destacado la resistencia en diversidad de formas como kayaks, yoga, murales, performances, y otros, pero olvidan que la resistencia combativa ha sido la sazón de este movimiento desde el día 1.

El pasado jueves 11 de julio un grupo de manifestantes realizó una protesta en los predios del aeropuerto Luis Muñoz Marín para denunciar la llegada del gobernador Ricardo Rosselló Nevares y exigirle su renuncia por los actos de corrupción de su gabinete y por la forma de gobernanza que el chat de Telegram delató. Los manifestantes se movieron a la fortaleza y en un acto de coraje y bravura llamaron a tratar de llegar a la fortaleza. Por un momento lograron los manifestantes vencer el perímetro adelantándolo unos cuantos metros pero luego fueron detenidos por la llegada de refuerzos de la policía.

Durante los próximos días ese tono combativo fue repitiéndose cada noche hasta que el lunes 15 se desató un combate callejero de proporciones no vistas anteriormente. Desde la calle fortaleza y en ocasiones en la del cristo, miles de manifestantes mantuvieron una actitud festiva y combativa con una organización un tanto anárquica, en el sentido de falta de dirección central, pero efectiva logrando en varias ocasiones hacer retroceder a la fuerza de choque. Una barricada en fuego que quemó hasta cables eléctricos creó un momento de alta tensión en la zona que fue aprovechado por los manifestantes para arreciar su defensa. La policía tuvo que retroceder hasta el portón de la fortaleza en un momento dado.

Los visuales y los efectos de esta manifestación del lunes, unida a las expresiones de artistas internacionales como Ricky Martin, Bad Bunny, Ilé y Calle 13 de solidaridad con la lucha y en algunos casos con el propio combate callejero, le dieron a la lucha por la salida de Ricardo Rosselló una exposición global que aún al día de hoy mantiene los ojos del mundo sobre nuestro país.

El pasado miércoles, luego de la protesta que colmó las calles del Viejo San Juan como nunca antes, volvieron a ejercer presión hasta altas horas de la noche con un combate efectivo y duradero que sin duda contribuye también al agotamiento de las fuerzas represivas de un estado en crisis política y económica. Representantes de la banca y del turismo ya han expresado su preocupación sobre los efectos de la proyección internacional de la crisis pero también entienden que el país se encuentra en un estado de paro y brazos caídos pues la gente está atendiendo los asuntos más apremiantes que son las protestas y las expresiones públicas de nuestros gobernantes.

De la misma manera, nos señalaron anoche algunos manifestantes que tenemos que entender la masividad y diversidad de este proceso de lucha. Nuestro caminar por los diversos frentes de combate que se forman en las calles cristo, san francisco, fortaleza y otras demuestran que esto no está encabezado, no lo dirige ningún sector político en particular y hasta cierto punto es un combate democrático-participativo. La/El que cree que se debe hacer algo lo hace, los demás o le siguen o le esperan pero casi todo lo que no sea exageradamente descabellado, se tolera.

Muchos y muchas de los participantes hicieron un llamado a la auto-reflexión de nuestras capacidades. La ubicación, las tareas y los roles deben estar adecuadas a la situación del momento y a nuestras realidades. Algunos grupos se han organizado para el apoyo desde la retaguardia para disminuir los efectos de los gases. Otrxs están preparados para el combate activo. “La presencia masiva es importante en la retaguardia para evitar el abuso policiaco, pero esa retaguardia no debe dificultar la movilidad de nosotros que somos los que recibimos los gases más fuertemente” me dijo una encapuchada que quedó atrapada en los gases mientras trataba de virar en una esquina que estaba repleta de personas mirando los eventos. “Deben dejarnos dos o tres calles desde donde esté el frente de la policía y nosotros le llegamos” añadió.

Otro manifestante dialogó con nosotros durante nuestro retiro del área de combate y solicitó a la diáspora que adopten militantes. “Muchos de nosotros somos pobres mano, yo no tengo pa’ comprarme una jodía máscara de gas. Pero me atrevo y tiro pa alante” indicó. “Si saben de alguien que esté regalando me avisan, igual la mochila mia se me jodió” nos dijo con un tono de júbilo al estar participando de uno evento que marcará la historia de Puerto Rico.

Durante un diálogo que sostuvieron los portavoces del Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores, Ricardo Santos Ortiz e Isabel Berrios en una de nuestras transmisiones se dejó claro cuál es el objetivo estratégico que siguen estas protestas. Según ellos, la manifestación no necesariamente busca entrar a la fortaleza, derrotar a la policía totalmente o “curarse” en un juego de gato y ratón. El objetivo es demostrar un estado de ingobernabilidad en el país que le de proyección internacional a la lucha e incremente la presión sobre Ricardo Rosselló, indicaron. Cada error que comete la policía de abuso de poder, como el incendiar el vehículo de un vecino de San Juan, se convierte en un elemento adicional de indignación del pueblo. Cada noche que la policía pasa combatiendo en las calles, cada arresto, cada confrontación es evidencia que Ricardo Rosselló no es apoyado y que hay gente dispuesta a poner su vida en riesgo por sacarlo de ahí. Las expresiones jaquetonas de sectores de la policía, el machismo y el bravado de la fuerza de choque solo contribuyen a echar leña al fuego del combate. “Si ustedes tiran pepper, nos están haciendo el juego.” gritó una manifestante a la policía.

De nuestra parte, hemos estado en el frente del combate callejero en múltiples ocasiones de manera totalmente pública. La razón de esto es dual, por un lado nos permite ser identificados por los compañeros y compañeras que están cerca como prensa independiente y solidaria. Pero más que nada hemos estado en el frente de batalla para reportar desde la perspectiva de los manifestantes en resistencia tomando los mayores cuidados posibles para no convertirnos en informantes de la policía por mala pata (chota-cómicos como dirían en la calle).  Sabemos, que aun así existen riesgos de que nuestros videos sean utilizados como herramientas para la represión pero hay un elemento de ajuste a los tiempos en que vivimos: se están transmitiendo y grabando múltiples videos a la vez pero es necesario uno que de contexto político a lo que pasa y sirva de herramienta para el análisis y la discusión.