Que no se nos conmueva el corazón con la muerte de un represor

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| Publicado el 25 diciembre 2012

Muere ex superintendente de Policía Pedro Toledo

Mar, 2012-12-25 13:09

Editorial

Bandera Roja

Ante la muerte de Pedro Toledo, ex-superintendente de la policía bajo los gobiernos de Pedro Rosselló (PNP) y Aníbal Acevedo Vilá (PPD), debemos recordar el saldo de su política de mano dura y estrecha colaboración con el FBI. Pedro Toledo, como tantos otros altos jerarcas de la Policía de Puerto Rico fue entrenado y preparado como agente del FBI, también fue responsable de la sangre derramada por la represión contra las luchas de la clase trabajadora, el pueblo pobre y el independentismo.

Basta con recordar la Huelga del Pueblo contra la privatización de la Telefónica en el 1998, la Huelga Magisterial del 2008 en defensa de los Comités de Organización Escolar, los allanamientos (verdaderas ocupaciones militares) de los residenciales públicos (caseríos) y la vigilancia y represión a la que se sometió a las comunidades pobres producto de la nefasta política de «mano dura contra el crimen». Como si esto fuera poco, durante el cuatrienio de Aníbal Acevedo Vilá (2004-2008), la policía de Puerto Rico fungió, bajo el mando de Pedro Toledo, como cómplices en el vil asesinato a manos del FBI de Filiberto Ojeda Ríos, Comandante del Ejército Popular Boricua (Macheteros). Aunque el gobierno del PPD negó todo conocimiento del operativo contra Filiberto, fue más que evidente la cooperación directa que la policía le brindó al FBI para garantizar la efectividad del mismo. Los hechos hablan por sí solos y muestran que la policía y el gobierno tenían conocimiento directo del operativo contra Filiberto tanto así que se le confió el mantener el perímetro en el área de Hormigueros. La estrecha colaboración de la Policía de Puerto Rico en la represión del independentismo después del asesinato de Filiberto continúo con los allanamientos en De Diego 444, los arrestos de estudiantes universitarios en Aguadilla por pintar un mensaje contra el FBI en la carretera y el hostigamiento a organizaciones independentistas del área oeste.

Esta política de colaboración no es nueva, ni fue inaugurada por Pedro Toledo, ésta ha sido una de las principales características de la Policía como aparato represivo colonial. La figura de Pedro Toledo y la política de mano dura representaron una continuidad en la política del gobierno federal de controlar directamente los aparatos represivos del Estado colonial en Puerto Rico. Recordemos que en las décadas del 60, 70 y 80 la Policía contaba con una unidad de inteligencia que estuvo dirigida por el llamado escuadrón de la muerte. La comandancia de esta unidad estuvo a cargo de un grupo selecto de oficiales puertorriqueños entrenados directamente por el Servicio Secreto y el FBI para perseguir y desarticular el movimiento independentista puertorriqueño, operando con especial ahínco contra la izquierda revolucionaria.

Este es el verdadero legado al pueblo de Puerto Rico de un fiel sirviente del imperialismo. Por lo que no se nos debe mover ni un pelo ante la muerte de semejante personaje de la parte más oscura de la historia puertorriqueña.