El viernes 11 de abril de 2025 se llevó a cabo una vista ocular sobre las operaciones del vertedero de Arecibo. El cierre de este vertedero debió ocurrir en el 2007. Ciudadanas y ciudadanos denunciaron que a través de 53 años de lucha, sus reclamos y recomendaciones para que resuelvan este problema han quedado en oídos sordos. Las respuestas de distintas administraciones de los partidos PNP y PPD se han quedado en promesas y total ausencia de acción en pro del pueblo.
Los lixiviados (sustancias líquidas tóxicas, agentes patógenos y contaminantes del suelo que circulan entre los residuos de basura), generados desde el vertedero, se unen a las aguas del Caño Tiburones de Arecibo. Esto ha provocado una alta contaminación, que a su vez ha afectado la salud de la ciudadanía con cáncer, problemas en la piel, desórdenes respiratorios, alergias entre otros.
Deliris Agosto Cedeño, integrante del grupo MOCIVEA (Movimiento por el Cierre del Vertedero de Arecibo) plantea que la administración de Arecibo, irresponsablemente, desconoce cuántos y cuáles municipios descargan sus desperdicios, los niveles de toxicidad que tienen, ni qué cantidad por peso es depositada allí. Para colmo, el municipio no fiscaliza, regula ni toma las medidas necesarias para evitar tantos daños a la salud, al bienestar y a la calidad de vida de vecinas y vecinos de las comunidades de Garrochales, Islote, Santana, Factor, Cercadillo y Domingo Ruiz. Agosto Cedeño señaló que MOCIVEA se ha dado a la tarea de limpiar y recoger la basura del Caño Tiburones. Durante varios días de trabajo, integrantes y colaboradores, sacaron más de 6 camiones de basura. Además han hecho investigaciones sobre el material que llega al vertedero y a las aguas del caño.
El alcalde Arecibo, Carlos Ramírez (PPD), insistió en que no hay razones para cerrar el vertedero. Representantes del PNP en la legislatura, Marissa Jiménez y Gabi González, presentes en la vista, enfatizaron que no pretenden terminar con las operaciones del vertedero y que su intención era simplemente observar su funcionamiento, dando a entender que su objetivo es comenzar desde cero un proceso ya altamente investigado por la comunidad.
Evidentemente que estos sectores políticos pretenden que las compañías Landfill Technology (administradores) y Conwaste (operadores) sigan lucrándose mientras la población de estas comunidades se sigue viendo afectada. Para los políticos y los empresarios el dinero es más importante que el pueblo.