Ante la ofensiva del gobierno: ¿qué hacer?

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| Publicado el 30 agosto 1997

Taller de Formación Política (TFP)

Se trata de una amplia ofensiva del gobierno contra la empresa pública, contra los empleados y sus organizaciones, contra todo el pueblo consumidor. A todo está hay que responder con un movimiento de resistencia igualmente amplio. La lucha es a la vez en todas estas áreas: energía eléctrica, salud, educación, el Fondo, etc. Se debe buscar la participación de todos. Hay que incorporarse a las iniciativas que el movimiento sindical viene impulsando. Pero no basta con acudir al llamado. Hay que participar en los debates. Las experiencias pasadas permiten sacar ciertas lecciones que pueden guiarnos en el presente. Todo compañero(a) debe meditarlas con detenimiento.

Hay que promover las iniciativas de cooperación, acción y la creación de los Consejos Regionales. Esos consejos se deben crear y desarrollar como órganos vivos más allá de cualquier coyuntura específica. ¿Cuántas veces se han creado (en 1990, en 1995), para luego dejarlos caer? Es necesario crearlos y mantenerlos vivos. ¡Nuestra lucha debe tener carácter permanente! El Movimiento Laboral del Oeste provee un ejemplo que debemos estudiar e imitar. Los consejos regionales deben estar abiertos a la participación de todos los que quieran luchar contra la privatización (incluyendo, organizaciones y activistas religiosos, comunales, ambientales, políticos, feministas, estudiantiles, etc.); deben ir desarrollando la coordinación necesaria para crear un movimiento poderoso a nivel nacional; deben gozar de la autonomía suficiente para que cada región desarrolle sus actividades y genere nuevo liderato y experiencias de lucha.

Un movimiento capaz de enfrentar al gobierno exige instancias de liderato y convocatoria que sean representativas y suficientemente amplias. No puede ignorarse el hecho de que el liderato sindical está profundamente dividido y de que existen entre muchos del liderato y de las bases- amargas experiencias del pasado. Hay que ir creando formas de coordinación que vayan más allá de las existentes. Si se deja que el COS, el CPT, o el CGT monopolice las convocatorias, ello generará recelos y división. La situación exige audacia y creatividad en todos los aspectos de la lucha, incluso el organizativo.

Es necesario crear un nuevo órgano de coordinación amplio que incluya a los que están en el COS, a la CGT (que no está en el COS) y los demás grupos no sindicales. está propuesta ha sido impulsada por diversas organizaciones sindicales como la FMPR, la UTIER, la Hermandad de Servicios Sociales, para mencionar organizaciones independientes o afiliadas a centrales distintas.

La participación de la gente favorece la movilización. Hay que celebrar asambleas de delegados, de las matrículas donde sea posible, para tomar decisiones sobre la situación, para que la gente se vaya incorporando a la lucha. En todas las asambleas y reuniones hay que exigir un comportamiento democrático, para que las diversas posiciones puedan expresarse y cada cual tenga oportunidad -en el debate democrático- de tratar de convencer a los otros de la justeza de sus propuestas.

Un Paro Nacional debe ser parte de la lucha contra la privatización. Pero este debe ser un paso en una lucha que necesariamente irá más allá. está situación exigirá que se combinen la cautela y la audacia en la dosis precisa: la preparación del paro debe hacerse con la amplitud, el tiempo y el cuidado que permita una demostración de nuestra fuerza que sea verdaderamente efectiva. A la vez, no debe aplazarse de modo que se pierda el momento alcanzado. El Paro, bien preparado, es un paso de una lucha que tendrá más de una batalla.

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